Dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) encabezaron una jornada de protesta y movilización en rechazo al proyecto de reforma laboral impulsado por el gobierno nacional, al que calificaron como un “retroceso en derechos conquistados” y un ataque directo al modelo sindical argentino.
La manifestación se realizó frente al Ministerio de Trabajo de la Nación y se replicó en distintos puntos del país. Según expresaron los referentes gremiales, la convocatoria formó parte de un plan de lucha nacional contra lo que consideran una iniciativa que “atropella la justicia social” y favorece una transferencia de recursos hacia el sector empresario.
Durante la lectura de un documento consensuado por el triunvirato nacional de la CGT, los dirigentes señalaron que la reforma presentada por el gobierno de Javier Milei, con asesoramiento del economista Federico Sturzenegger, redefine al trabajo “como un costo y no como un derecho”, en contradicción con lo establecido por la Constitución Nacional.
“Estamos ante un avance sistemático contra el corazón del modelo sindical y los derechos laborales que costaron décadas de lucha”, afirmaron, y advirtieron que bajo el discurso de la modernización se esconde una flexibilización que “nos devuelve a condiciones propias del siglo XIX”.
Uno de los puntos más cuestionados fue la posible eliminación del sistema de indemnización por despido, reemplazándolo por fondos financiados con aportes del propio trabajador. Desde la CGT aseguraron que esta medida facilitaría el despido y habilitaría la especulación financiera con recursos salariales. “No es crear empleo, es legalizar el descarte de personas”, expresaron.
También denunciaron que la reforma impulsa figuras como el “colaborador independiente”, lo que permitiría a las empresas eludir obligaciones laborales, eliminando derechos como aguinaldo, vacaciones, licencias y cobertura de salud. En la misma línea, alertaron sobre el debilitamiento de los convenios colectivos de trabajo y la fragmentación de la negociación sindical.
En diálogo con la prensa, dirigentes gremiales remarcaron que el proyecto no contiene ningún artículo destinado a la promoción del empleo genuino. “No hay trabajo sin producción ni consumo. La retracción comercial que vive el país es consecuencia de este modelo”, señalaron, cuestionando además que se responsabilice a las leyes laborales por los niveles de informalidad.
La CGT también vinculó la reforma laboral con un modelo económico más amplio que, según indicaron, afecta la soberanía nacional y la industria argentina. En ese marco, expresaron su solidaridad con los trabajadores textiles recientemente despedidos y advirtieron que la apertura indiscriminada de importaciones pone en riesgo a los sectores productivos y a las economías regionales.
Finalmente, los dirigentes sindicales llamaron a diputados y senadores a no acompañar el proyecto y advirtieron que “la historia juzgará a quienes avalen la pérdida de derechos laborales”. Ratificaron, además, la continuidad del plan de lucha y aseguraron que el movimiento obrero “seguirá en la calle defendiendo la dignidad del trabajo argentino”.
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