Mientras el Gobierno nacional aceleró en diciembre la distribución de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) hacia un grupo reducido de provincias, Tierra del Fuego cerró el ejercicio 2025 sin recibir un solo peso por esa vía. El dato encendió alertas en el ámbito político y financiero provincial por el impacto que puede tener en el próximo año.
Los registros oficiales muestran que durante 2025 la Nación giró en total 199.500 millones de pesos a través de este mecanismo de asistencia discrecional. De ese monto, aproximadamente un tercio se concentró en la última quincena de diciembre, lo que refleja un fuerte incremento en el ritmo de transferencias sobre el cierre del año.
Sin embargo, ese flujo no alcanzó al distrito fueguino. En la provincia interpretan que la exclusión está directamente asociada al posicionamiento político del gobernador Gustavo Melella frente a la administración de Javier Milei, una relación marcada por el distanciamiento y la falta de canales formales de diálogo.
En contraste, los mayores desembolsos se dirigieron a jurisdicciones cuyos legisladores resultaron clave para destrabar el dictamen de mayoría del Presupuesto 2026 en el Congreso. Tucumán encabezó la lista con 20.000 millones de pesos, seguida por Misiones (12.000 millones), Chaco (11.000 millones), Catamarca (10.500 millones), Entre Ríos (7.000 millones) y Salta (6.000 millones).
Este patrón reforzó la percepción de que los ATN funcionan, en los hechos, como una herramienta de negociación política: las provincias que acompañan las iniciativas centrales reciben respaldo financiero, mientras que las que se mantienen en una posición crítica quedan al margen del reparto.
En el caso fueguino, la ausencia total de estos fondos genera preocupación tanto en el Gobierno provincial como en los municipios, ya que se trata de recursos que suelen utilizarse para cubrir desequilibrios fiscales, emergencias financieras o reforzar la prestación de servicios básicos.
Pese a este escenario, Melella mantiene una postura confrontativa con la Casa Rosada y continúa cuestionando el rumbo económico y político del Ejecutivo libertario. Esa estrategia, si bien refuerza su perfil opositor, también abre interrogantes sobre el nivel de respaldo que la provincia podrá obtener en un contexto nacional de fuerte ajuste fiscal.
Con un 2026 que se proyecta más restrictivo en términos presupuestarios, la exclusión de Tierra del Fuego del esquema de asistencia nacional instala un debate de fondo: hasta qué punto el alineamiento político se ha convertido en un requisito informal para acceder a recursos que, en teoría, deberían cumplir una función compensadora dentro del federalismo argentino.
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