
El Sindicato de Camioneros de la provincia de Tierra del Fuego expresó su “más enérgico repudio” a los anuncios realizados por el Gobierno Nacional, que —según indicaron— podrían modificar profundamente la vida de los habitantes de la región y atentar contra el desarrollo económico, la soberanía y el empleo en el territorio fueguino.
En un comunicado firmado por su secretario general, Pedro Abel Velázquez, la organización sindical alertó que las medidas planteadas “no solo atentan contra el desarrollo económico y la soberanía industrial de nuestra región, sino que también ponen en riesgo miles de puestos de trabajo, que afectan directamente a las familias fueguinas y desprecian décadas de esfuerzo”.
Asimismo, se defendió el subrégimen industrial vigente en la isla, al señalar que “la promoción industrial en Tierra del Fuego no es un privilegio, sino una herramienta federal”, que ha sido clave para motorizar empleo, arraigo y tecnología en una región históricamente postergada. “Desconocer esta realidad es una muestra más del desprecio por el interior profundo y por la necesidad de construir un país verdaderamente equitativo y federal”, expresaron.
Desde el gremio rechazaron cualquier intento de desmantelar el régimen sin un proceso de diálogo serio, participativo y transparente, e instaron al Ejecutivo Nacional a “rectificar su postura” y convocar a una mesa de trabajo urgente con autoridades provinciales, representantes sindicales y la comunidad.
Finalmente, reafirmaron que Tierra del Fuego “no está dispuesta a pagar los costos de políticas centralistas que ignoran nuestra historia y nuestra identidad”, concluyendo con una frase que se repite como consigna entre los sectores sindicales y sociales de la provincia: “Nadie se salva solo”.
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