
Rodrigo Cárcamo, Secretario General de SETIA (Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines), expuso la grave situación que atraviesa la industria textil en Tierra del Fuego, destacando las dificultades que enfrentan las empresas locales debido a la falta de apoyo y las políticas económicas implementadas por el nuevo gobierno nacional.
“Nos preocupa la situación de la industria, sobre todo del ámbito textil, que ha quedado bastante desamparado en los últimos meses”, comentó Cárcamo al inicio de la entrevista. A pesar de que algunas empresas siguen operando, la situación continúa siendo incierta para muchas de ellas. “Sabemos que el año pasado cerraron varias empresas, y cinco de ellas fueron excluidas del subrégimen de promoción industrial, lo que agrava aún más la situación”, señaló Cárcamo.
Sobre las medidas judiciales que algunas empresas han tomado para defender su posición, Cárcamo explicó que aún no hay una definición clara. “Algunas empresas han iniciado acciones judiciales, pero todavía no se sabe cuál será la resolución final. Mientras tanto, siguen trabajando en espera de la decisión de la justicia”, agregó el sindicalista. Además, mencionó el caso de Barpla, que tras no poder continuar con su producción, terminó despidiendo a su personal. “Barpla no podía producir debido a los cuestionamientos de sus procesos productivos, así que tuvo que despedir a su gente”, indicó Cárcamo.
Por otro lado, Fabrisur optó por trasladar sus operaciones al continente. “Fabrisur decidió mudar sus operaciones a San Luis, pero sigue produciendo para cumplir con los pedidos de sus clientes”, explicó. Esta falta de estabilidad está golpeando fuertemente a la industria local, que en un momento fue la más grande de la provincia.
Cárcamo también abordó el impacto del cierre de empresas en la cantidad de empleos. “Hoy en día quedan nueve empresas operativas, y si otras dos caen, quedaríamos con solo siete”, informó el sindicalista. Esta caída en el número de empresas ha llevado a una drástica reducción en los puestos de trabajo. “De los 1.100 trabajadores que teníamos en 2020, hoy apenas quedan entre 350 y 400 operarios en el sector”, lamentó Cárcamo. Esta disminución representa casi un 50% de la fuerza laboral, lo que refleja la gravedad de la crisis.
Una de las principales preocupaciones que expresó Cárcamo fue la competencia externa, que se ha intensificado con la apertura de importaciones. “No es solo un problema de las empresas en la isla, sino de todas las industrias textiles en el país. La competencia externa está afectando a todos, pero lo más grave es que el poder adquisitivo de la gente ha caído drásticamente”, señaló. A pesar de que las importaciones no están golpeando tan fuerte debido a la falta de capacidad de compra de la población, Cárcamo advirtió que el mercado sigue siendo muy vulnerable. “Si la gente tuviera más poder adquisitivo, las importaciones estarían teniendo un impacto mucho mayor”, agregó.
El impacto de las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei no ha pasado desapercibido para la industria. “Desde que asumió este nuevo gobierno, se nota claramente que la política económica no está orientada hacia la industria nacional. La devaluación y los tarifazos han reducido el poder de compra de la gente, afectando la demanda”, explicó Cárcamo.
Uno de los puntos más críticos de la conversación fue la falta de diálogo con las autoridades nacionales. “Lamentablemente, este gobierno no abre la puerta. Incluso hemos tratado de contactar a funcionarios nacionales a través del gremio, pero no recibimos respuesta”, expresó Cárcamo. Esta falta de comunicación con los responsables de la política económica ha empeorado aún más la situación del sector. “No hay ese diálogo que solíamos tener con otros gobiernos. Es muy difícil incluso conseguir una reunión con un ministro”, añadió.
Más allá de los números y las cifras, Cárcamo destacó el valor simbólico de la industria textil para Tierra del Fuego. “La industria textil es la más antigua en la provincia. No solo estamos hablando de los empleos perdidos, sino también de lo que representa la industria para la identidad de nuestra provincia”, comentó. Además, recordó que la industria textil fue clave en la producción de la materia prima para las camisetas de la selección nacional, un detalle que resalta la importancia de esta industria a nivel simbólico.
“Es muy triste lo que está pasando, porque no solo se pierden puestos de trabajo, sino también una parte importante de nuestra historia como provincia”, concluyó Cárcamo.
En resumen, la industria textil de Tierra del Fuego enfrenta una situación crítica. La falta de apoyo del gobierno, la apertura de importaciones, la caída del poder adquisitivo y la competencia externa están afectando a las empresas locales, que luchan por mantenerse a flote. La falta de diálogo con las autoridades nacionales y la drástica reducción de empleos auguran un futuro incierto para este sector clave de la economía fueguina.
Compartinos tu opinión