Rodrigo Cárcamo, referente del sector textil en Tierra del Fuego, expresó su preocupación por el complejo panorama que enfrenta la industria nacional, en un contexto de creciente apertura de importaciones y retracción del consumo. Según el dirigente, la situación no es exclusiva de la provincia: “Lo que vemos acá se repite en muchas regiones del país, y en algunos lugares incluso es peor. Han cerrado fábricas sin contemplación alguna por el destino de sus trabajadores”, lamentó.
En esa línea, mencionó también lo que ocurre en zonas clave como Vaca Muerta. “Es un sector que generaba buenos ingresos, y aun así se están recortando puestos. Si eso pasa allí, imaginate lo que ocurre con nuestra industria fueguina”.
El dirigente alertó especialmente sobre los efectos de la apertura de importaciones, la caída en el consumo y la expansión de plataformas digitales que permiten compras directas del exterior. “Esto ya no pasa solo por importadores, sino por compras personales hechas desde casa, vía Courier. Todo eso también golpea fuerte a quienes producían o incluso a quienes antes importaban de forma tradicional. Se está dinamitando todo el ecosistema productivo”, afirmó.
Cárcamo aseguró que el deterioro del sector continuará si no hay un cambio de rumbo político: “Las empresas están funcionando casi sin proyección. Se vive al día, sin certezas, y lo que venga, vendrá pronto. No hay paz, porque no hay margen de recuperación mientras no se tome una decisión política firme. Las soluciones gremiales por sí solas no alcanzan”, remarcó.
En cuanto al empleo, estimó que actualmente hay unos 450 trabajadores en el sector en la provincia, pero advirtió que ese número podría cambiar rápidamente en los próximos meses. “Todo dependerá de cómo evolucione la situación. Pero con este modelo, todo tiende a agravarse”, concluyó.