El delegado de las trabajadoras y los trabajadores de Radio Victoria Fueguina, Pablo Ibáñez, trazó un panorama preocupante sobre el presente y el futuro inmediato de la industria electrónica en Tierra del Fuego. En declaraciones recientes, sostuvo que el cierre de este año es uno de los más inciertos de la última década, sin señales claras de recuperación ni previsiones alentadoras de cara a 2026.

Ibáñez, además candidato a secretario General de la UOM seccional Río Grande por la lista Celeste, señaló que a diferencia de otros períodos, en esta oportunidad no existen proyecciones mínimas en las fábricas. “Hoy solo se está reingresando personal efectivo, sin trabajadores contratados, y con muchas alertas encendidas por la apertura de importaciones, la baja de aranceles y los cambios en el proceso productivo de celulares, que inevitablemente van a reducir la mano de obra”, afirmó.

En relación a la situación de los contratados, explicó que no hay certezas sobre cuándo podrían volver a ser convocados. Según detalló, en varias plantas el período de vacaciones comenzó de manera anticipada o se extendió más de lo habitual, como una forma de compensar la caída en los niveles de producción, producto tanto del exceso de stock como de la baja en las ventas. “Algunas empresas trabajan con venta directa, otras con stock acumulado, pero el impacto es generalizado”, remarcó.

El dirigente sindical advirtió que el escenario de incertidumbre atraviesa a todo el sector y se proyecta con fuerza hacia el próximo año. En ese contexto, puso especial énfasis en los cambios impulsados por la reforma laboral, particularmente en lo referido al banco de horas. “El empresario sabe con precisión cuándo sale un contenedor de China y cuándo el producto llega a la góndola. Si esa cadena se retrasa, el costo lo termina pagando el trabajador”, cuestionó, y ejemplificó con posibles extensiones de jornada que luego no se compensan de manera justa.

Ibáñez también alertó sobre otras consecuencias de la reforma, como las limitaciones a las asambleas y las modificaciones en el cálculo de indemnizaciones. Recordó que Tierra del Fuego se caracteriza por tener uno de los niveles más altos de empleo registrado del país, debido a las exigencias del subrégimen industrial, que obliga a presentar declaraciones juradas de personal y producción. “Por esa misma razón, prácticamente toda la reforma nos va a afectar de lleno”, advirtió.

Finalmente, se refirió a la negociación salarial y al cierre paritario. Reconoció que el acuerdo alcanzado fue aprobado por unanimidad en el Congreso de Delegados y respaldado en las asambleas, aunque aclaró que no se sometió a votación formal. “Es un acuerdo que resulta viable solo por el contexto en el que se dio: acumulación de stock, apertura de importaciones y salida de vacaciones”, explicó.

No obstante, Ibáñez fue claro al señalar que durante todo el año los salarios corrieron por detrás de la inflación. “Estuvimos siempre uno o dos puntos abajo, en algunos momentos hasta ocho o nueve. Con este cierre paritario seguimos quedando alrededor de seis puntos por debajo”, concluyó, dejando en evidencia la compleja situación que atraviesan las y los trabajadores del sector.