
El ingeniero Matías Nehue, referente de la empresa local Paur Servicios, advirtió sobre la crítica situación que atraviesa la construcción en la ciudad debido al cese completo de créditos hipotecarios financiados por el Estado nacional. Según su análisis, este escenario afecta directamente a los barrios populares, como Centenario y Bicentenario, donde ya se habían asignado lotes para futuras viviendas, pero donde actualmente el movimiento es casi nulo.
"Las obras públicas y los proyectos sociales están totalmente detenidos desde que asumió el nuevo gobierno, cumpliendo exactamente con lo que anticiparon en campaña. Los créditos Procrear y otras líneas hipotecarias públicas han desaparecido por completo", afirmó Nehue. Esta situación llevó a las constructoras a operar apenas al 20% de su capacidad habitual en comparación con años previos.
Actualmente, el único segmento del sector que muestra cierta actividad es aquel dirigido a sectores con mayor poder adquisitivo. Estos propietarios financian sus construcciones con recursos propios, sin necesidad de recurrir a ayudas estatales. "Ahí es donde todavía vemos algún movimiento, aunque limitado", detalló Nehue.
En febrero hubo un breve intento de reactivación gracias a créditos hipotecarios puntuales otorgados por bancos privados como Nación, Galicia y Francés, pero estos casos aislados no alcanzan a reemplazar el volumen que representaban los financiamientos estatales.
De cara al futuro inmediato, y pese a la pausa obligada por la veda invernal que limita la actividad por condiciones climáticas, Nehue observa un moderado optimismo. "Desde principios de año notamos que hay personas que están empezando nuevamente a interesarse por créditos hipotecarios. Esperamos que al concluir el invierno haya una leve mejoría en el sector impulsada por ese ánimo", concluyó.
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