
Una nueva subvariante del COVID-19, conocida como FLiRT y apodada por medios internacionales como “Frankenstein”, ha comenzado a generar inquietud entre especialistas por su capacidad de contagio y su combinación de mutaciones genéticas. Derivada de la cepa Ómicron JN.1, esta nueva variante incluye dos versiones: KP.2 y KP.3.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la variante KP.3 ya representa más del 33% de los nuevos casos en ese país, mientras que KP.2 también circula de forma sostenida. Si bien no se ha demostrado que estas subvariantes sean más letales, su transmisibilidad es significativamente alta.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas siguen siendo similares a los de otras versiones de COVID-19: fiebre, dolor de garganta, congestión nasal, tos, fatiga y dolores musculares. Hasta el momento, no se ha identificado un aumento en la gravedad de los cuadros clínicos.
Riesgo invernal en el sur
La propagación coincide con el invierno en el hemisferio sur, lo que preocupa a las autoridades sanitarias de regiones como Tierra del Fuego, donde las bajas temperaturas favorecen la circulación de virus respiratorios. Aunque no se han confirmado oficialmente casos de la variante FLiRT en la provincia, los servicios de salud se mantienen en estado de alerta ante la posibilidad de su ingreso.
Recomendaciones sanitarias
Ante este escenario, se insiste en reforzar las medidas de prevención:
- Aplicarse dosis de refuerzo de vacunas si corresponde.
- Ventilar los espacios cerrados.
- Usar barbijo en lugares concurridos o si se presentan síntomas.
- Realizarse testeo ante cualquier síntoma compatible con COVID-19.
Las autoridades sanitarias de Tierra del Fuego instan a la población a mantener los cuidados, especialmente en contextos de alta circulación viral como el invierno.
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