La inteligencia artificial, que en los últimos años revolucionó el acceso a la información, también se transformó en una herramienta peligrosa en manos de delincuentes. Su capacidad para dar respuestas rápidas y aparentemente confiables la convirtió en un canal ideal para sofisticar viejas estafas.
Un ejemplo reciente lo protagonizó Alex Rivlin, empresario tecnológico de Las Vegas, quien casi pierde 768 dólares tras confiar en un número de atención al cliente sugerido por un resumen automatizado de Google. El teléfono, en realidad, estaba en poder de estafadores que simularon con gran precisión un servicio oficial de una empresa de cruceros.
Cómo operan los estafadores
Los ciberdelincuentes se aprovechan de foros, sitios de reseñas y páginas de baja credibilidad para insertar datos falsos, como teléfonos de compañías reconocidas. Cuando esa información gana visibilidad, los algoritmos de búsqueda —o incluso los sistemas de IA— la priorizan, otorgándole una apariencia de legitimidad.De esta manera, una modalidad que antes dependía de correos masivos o llamadas sospechosas ahora puede difundirse de manera global, en tiempo real y con una credibilidad multiplicada por la confianza que generan las plataformas tecnológicas.
¿Por qué la IA puede engañar hasta a los más precavidos?
Lo que vuelve más complejas estas estafas es el cambio en la percepción del usuario. Durante años se insistió en desconfiar de correos extraños o llamadas inesperadas, pero cuando un dato aparece en Google o en un asistente de inteligencia artificial, la barrera de desconfianza se reduce.En el caso de Rivlin, los supuestos agentes atendieron con ofertas, descuentos y protocolos idénticos a los de un call center real. Solo cuando detectó movimientos extraños en su tarjeta de crédito pudo frenar la transacción.
La respuesta de las grandes tecnológicas
Tanto Google como OpenAI reconocen la magnitud del problema. Google informó que eliminó números falsos detectados en sus resultados y trabaja en filtros más estrictos. OpenAI, por su parte, sostiene que elimina la información fraudulenta que logra identificar, aunque advierte que la velocidad con la que actúan los estafadores dificulta anticiparse.El gran desafío es el tiempo: mientras las compañías refuerzan sus sistemas, los delincuentes diseñan nuevas estrategias para infiltrar datos manipulados.
Recomendaciones para no caer en estas trampas
Los especialistas aconsejan verificar siempre la información en páginas y aplicaciones oficiales antes de realizar pagos o llamadas. También recomiendan desconfiar de descuentos demasiado atractivos y utilizar métodos de pago con protección antifraude para reducir el riesgo de pérdidas económicas.En un escenario donde la inteligencia artificial puede ser tan valiosa como riesgosa, la prudencia del usuario sigue siendo la mejor defensa.
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