
Una nueva modalidad de fraude digital está circulando a toda velocidad a través de Instagram y ya ha afectado a varios usuarios que, sin saberlo, entregaron sus datos bancarios a ciberdelincuentes. Esta vez, el engaño no llega por mensaje directo ni por correo electrónico, sino disfrazado de publicidad en las historias de la red social.
La mecánica es sutil pero peligrosa: mientras los usuarios navegan las stories, aparecen supuestas promociones de bancos con descuentos irresistibles. Al hacer clic en el enlace, son redirigidos a un sitio web que imita a la perfección el portal oficial de una entidad financiera. Allí, la víctima ingresa sus datos personales y bancarios sin notar que en realidad está entregándolos a manos criminales.
Una vez que el usuario completa formularios con su DNI, número de tarjeta o claves, los estafadores obtienen el control y pueden vaciar cuentas, realizar compras o incluso hackear el homebanking. La apariencia profesional de las páginas falsas y la urgencia de las promociones hacen que sea muy fácil caer en la trampa.
Esta nueva ola de estafas muestra cómo las redes sociales se han convertido en terreno fértil para el delito digital. Lo que antes se limitaba a llamados sospechosos o correos engañosos, ahora se esconde tras publicaciones que parecen legítimas en plataformas masivas como Instagram.
Recomendaciones para evitar caer en la trampa:
- Nunca ingreses datos personales ni bancarios desde enlaces que llegan por redes sociales.
- Verificá que el sitio web tenga el candado de seguridad (https://).
- Ingresá siempre desde el sitio oficial del banco o app correspondiente.
- Desconfiá de promociones demasiado generosas o urgentes.
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