
T-Mobile y Starlink, la red satelital de SpaceX, lanzaron T-Satellite, un servicio que conecta directamente teléfonos móviles a satélites en órbita baja, sin antenas adicionales. Su objetivo es eliminar las “zonas muertas” de cobertura y garantizar conectividad en áreas remotas, desde parques nacionales hasta zonas rurales y marítimas.
La tecnología se basa en la constelación de satélites de Starlink, que orbitan a unos 300 km de la Tierra, y utiliza el sistema Direct-to-Cell, capaz de comunicarse con smartphones convencionales. Actualmente, en fase beta, ofrece mensajería y llamadas básicas en lugares sin cobertura terrestre, con conexión automática y soporte para alertas de emergencia.
Próximos pasos
En octubre se incorporará soporte para datos móviles básicos, compatibles con apps como WhatsApp o AccuWeather, aunque con menor velocidad que el 5G. El servicio será gratuito para clientes de T-Mobile con planes premium, costará entre USD 10 y 15 para otros usuarios de la operadora y unos USD 20 para clientes de otras compañías.
Teléfonos compatibles
Funciona en la mayoría de smartphones 5G lanzados en los últimos cuatro años, incluyendo:
- Apple: iPhone 14, 15, 16 y posteriores.
- Samsung: Series Galaxy A14 a A54, S21 a S25 y plegables Z Flip/Fold 3 a 7.
- Google: Pixel 9 y 9 Pro.
- Motorola: Razr 2024, Razr Plus 2024, Moto Edge y Moto G Power 5G (2024) y posteriores.
Para operar en el país, Starlink necesitaría acuerdos con operadores locales y autorización regulatoria. Su ventaja estaría en ofrecer cobertura en zonas rurales o aisladas donde Claro, Movistar y Personal no llegan, beneficiando a usuarios, empresas y sectores como agricultura, minería, logística y emergencias.
El servicio promete una cobertura casi total, aunque enfrenta desafíos como latencia, limitaciones iniciales de velocidad y posibles impactos de clima o saturación de red.
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