
La filtración de audios atribuidos a Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, volvió a encender una pregunta que millones se hacen a diario: ¿qué mensajero es más seguro para nuestras charlas íntimas, WhatsApp o Telegram? Los registros no se habrían captado dentro de esas apps, sino en una conversación presencial, pero el episodio puso bajo la lupa cómo protegemos (o no) lo que decimos y compartimos.
Más allá del ruido, la discusión técnica es más sutil de lo que parece. La seguridad no es un interruptor binario: depende de cómo funciona cada plataforma y, sobre todo, de cómo la configura cada usuario. A continuación, un repaso práctico —sin fanatismos— de fortalezas, debilidades y ajustes clave.
WhatsApp: cifrado total por defecto, pero con metadatos
WhatsApp, propiedad de Meta y con más de 2.000 millones de cuentas activas, cifra punto a punto (E2EE) todos los chats y llamadas por defecto, tanto individuales como grupales. Ese diseño impide que la compañía lea el contenido.El punto flaco está en lo que no dicen los mensajes: los metadatos (quién habla con quién, cuándo y desde qué dispositivo), que sí pueden recolectarse para fines operativos y comerciales. Además, las copias de seguridad en la nube requieren que el usuario active manualmente el cifrado E2EE; si no lo hace, ahí queda una puerta abierta. Otro factor: la cuenta está atada al número de teléfono, lo que dificulta el anonimato.
Telegram: “secreto” muy seguro, nube más cómoda
Telegram ofrece dos carriles. En los chats secretos, el cifrado E2EE es sólido y los mensajes no se almacenan en la nube; no se pueden reenviar y pueden autodestruirse. En los chats en la nube (los más usados), el cifrado es cliente-servidor: práctico para sincronizar entre dispositivos, pero con un tramo de confianza en los servidores. A favor: permite usar usuario sin exponer el número y sumar controles de privacidad granulares. Su cliente es de código abierto; el servidor, no.
Funciones que ayudan (si las encendés)
- Mensajes temporales: en WhatsApp se pueden programar para 24 h, 7 o 90 días; en Telegram, con temporizador en chats secretos. Sirven, pero no blindan contra capturas de pantalla.
- Verificación en dos pasos (2FA): imprescindible en ambas. En WhatsApp, configurá un PIN; en Telegram, una contraseña adicional.
- Sesiones activas: revisá con frecuencia WhatsApp Web y Telegram Desktop y cerrá todo lo que no reconozcas, sobre todo en equipos compartidos.
Ajustes recomendados, app por app
En WhatsApp
- Activá Copia de seguridad cifrada de extremo a extremo.
- Encendé Verificación en dos pasos.
- Limitá quién ve foto, info, última vez y confirmaciones de lectura.
- Usá chats secretos para conversaciones sensibles.
- Creá un nombre de usuario y ocultá tu número.
- Activá 2FA y configurá autodestrucción de cuenta por inactividad si te sirve.
¿Entonces, cuál es “más seguro”?
- Para el usuario promedio, que no suele tocar ajustes: WhatsApp ofrece mayor protección “de fábrica” al cifrar todo por defecto.
- Para quien prioriza privacidad y sabe qué activar, Telegram puede dar más control (usuario sin número, chats secretos, gestión fina de visibilidad), con la condición de usar siempre el modo adecuado.
Compartinos tu opinión