Un grupo de investigadores lanzó una campaña humanitaria para dar con dos aeronaves argentinas que se creía que habían caído al mar durante la guerra de Malvinas. Según una larga investigación que desarrollan desde hace cuatro años, tanto las naves como sus tripulantes estarían, en verdad, sobre el suelo de la isla. La misión busca hallar los restos de los tripulantes.

En concreto, la misión tiene como objetivo la búsqueda de los tripulantes del helicóptero Puma AE-505, y la búsqueda del piloto del avión Dagger C-433, ambos derribados durante la guerra del Atlántico Sur en diferentes circunstancias.

Durante décadas se creyó que el helicóptero fue alcanzado por un misil en pleno vuelo y había caído al mar, por lo que su búsqueda era altamente compleja. Sin embargo, testimonios de veteranos de ambas Fuerzas, cálculos de navegación y documentos desclasificados recientemente por el Reino Unido abrieron la posibilidad de que, tras el impacto, la aeronave se hubiera precipitado a tierra.

En la misma zona, los restos del avión Dagger C-433 de la Fuerza Aérea Argentina ya fueron localizados, en la Isla Bougainville, pero aún no se halló la estructura de la cabina y con ello al piloto caído en combate.

“Desde que aparecieron estos nuevos datos y renació la esperanza, mucha gente se sumó al proyecto. Necesitamos que nos ayuden”, dijo al respecto Luis Ángel Bennardi, Coronel de Comunicaciones Aviador de Ejército y parte del proyecto. Luego, apuntó: “Es una misión humanitaria que nos trasciende: llevarle tranquilidad a las familias y poder cerrar un capítulo. Que estos tres tripulantes puedan tener una sepultura con los honores que les corresponde”.

El pedido a las autoridades

Por su lado, el abogado y reservista Mariano Sciaroni explicó a Página/12 que están esperando la habilitación de las autoridades isleñas para iniciar la búsqueda. “Durante la pandemia y después no podías entrar a las Islas por la pandemia. Estas restricciones terminaron en julio. Pero las autoridades isleñas dijeron que ya habían hecho una búsqueda”, relató Sciaroni.

Sin embargo, no tardó en protestar. “Mandaron a la policía a preguntar si había un helicóptero o no. Pero no hicieron una búsqueda. Por eso, este es un pedido a las autoridades de las islas para que nos dejen ir a buscar las aeronaves”. El especialista explicó que simplemente quieren poder realizar la misión y que no tiene exigencias respecto a si la búsqueda es “mixta o está a cargo de las autoridades británicas”.

“Queremos que nos dejen buscarlo de forma metódica. Es un avión que se cayó hace 40 años. Va a requerir un montón de cuestiones y todo con la delicadeza necesaria de saber que se puede encontrar un resto humano”, señaló.

Cómo inició el proyecto

Sciaroni llegó al caso en 2018, cuando Bennardi lo contactó para que, por sus conocimientos e investigaciones sobre la guerra del Atlántico Sur, le brindara más información sobre el paradero del helicóptero para una charla que estaban preparando.

“Me puse a investigar la documentación que tenía, en los archivos británicos desclasificados, y al día siguiente le dije que se había caído sobre tierra. Y me dijo que pensaban que se cayó en el medio del mar y nunca lo había encontrado”, siguió. Después, explicó: “Ese fue el puntapié inicial. Luego hicimos un congreso de helicópteros y preparamos una ponencia sobre este tema. Y todo el mundo se quedó sorprendido”.

“El militar encuentra paz en saber que si se muere lo van a buscar. Es muy importante para la formación militar. A vos te mandan a África, pero el militar va sabiendo que si se muere, lo van a ir a buscar. Por él y sus familiares”, finalizó sobre la importancia de la misión.