La turbulencia económica que azota al país, golpea fuertemente a los mercados y con la corrida del dólar se traslada todo ello a la inflación que impacta en los precios de los productos y afecta a los bolsillos de los argentinos. Este es el eje de toda discusión política y económica durante estos días y, al respecto, el médico sanitarista, Joaquín Larrabide, hizo alusión a este complejo panorama.
“Por una cuestión del ajuste, las personas que tenían un peso para pagar la prepaga dejan de hacerlo, se van a la obra social. El que perdió el trabajo formal va al hospital público y el hospital público viene con un retroceso presupuestario de varios años. Lo que vemos los médicos, es que no hay lugar donde poner a los pacientes”, se lamentó.
En este sentido, el especialista ahondó en la crisis inflacionaria que afectó también al sector. “En cuanto a las prótesis de cadera, con la última devaluación, las nacionales aumentaron el 30 por ciento, las importadas casi un 50 por ciento. No hay precios de referencia, las obras sociales van a pedir presupuestos y los proveedores les dicen que no tienen precio, tratan de no vender. Hay gente que está internada esperando una prótesis de cadera que no llega porque el proveedor no la vende porque no sabe el precio que tiene“, explicó.
“Cada vez más, la gente va a los hospitales pidiendo remedios porque no los pueden pagar, gente que llega con crisis de hipertensión o diabetes porque hace meses dejaron de tomar la medicación. Eso nos duele y cuando no tiene dinero, soluciona el hambre que es lo urgente y deja lo que no duele para después. Van al supermercado y no a la farmacia”, cuestionó.
Según el médico, lo más conocido es el bajo peso en la malnutrición que se vio en aumento del bajo peso. “Eso es llamativo, cuando pasa eso es porque la gente no tiene para comer. Lo más frecuente es el sobrepeso, la gente compra los alimentos altos en hidratos de carbono porque son más baratos, dietas que no son nutricionalmente sanas. Son desórdenes alimentarios, la gente no se alimenta sanamente“, analizó.
“Sería una excelente noticia que congelen los precios de los medicamentos. No sé cómo lo haría el Gobierno, los laboratorios son empresas privadas y en muchos casos internacionales, no sé con qué mecanismo van a obligar a vender los medicamentos más baratos. Cuando pasan estas cosas, que el sistema no funciona, el paciente debe cubrir de su bolsillo lo que el sistema no le da”, expresó.
Por último, Larrabide aseveró que toda esta situación hace que el sistema se vuelva inequitativo. “Los que tienen llegan a la salud y los que no tienen no. Había muchas enfermedades controladas como tuberculosis o sífilis, pero por falta de insumos y que la gente no accede a la salud, aumentaron notoriamente en los últimos años“, cerró.
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