La decisión estratégica de la casa matriz de Carrefour de abandonar el mercado argentino ha desatado una verdadera carrera por quedarse con sus activos. Lejos de ser una retirada impulsada únicamente por la coyuntura económica local, la medida responde a un cambio de timón global del grupo francés, que ha encargado al Deutsche Bank la gestión del proceso de venta de sus casi 700 locales en el país. Este movimiento abre la puerta a una reconfiguración profunda del sector, atrayendo a un abanico de inversores con intereses y perfiles muy dispares.
En el ring de los posibles compradores han reaparecido nombres de peso. Uno de ellos es Francisco de Narváez, quien a través de su grupo GDN ya protagonizó una de las operaciones más resonantes del sector al adquirir la cadena Walmart en 2020. Su objetivo sería expandir la red de su marca Changomás, aunque su participación estaría condicionada a que Carrefour asuma los costos de una posible reestructuración previa, incluyendo eventuales indemnizaciones. Por otro lado, el gigante del comercio electrónico, Mercado Libre, emerge como un contendiente disruptivo. El interés de la empresa de Marcos Galperin no radicaría en la operación tradicional de supermercados, sino en replicar el modelo de Amazon con Whole Foods: utilizar la estructura de locales y la red de proveedores de Carrefour como base para una ofensiva en la venta de alimentos online, apalancándose en su ecosistema de envíos y en alianzas con aplicaciones de delivery.
La competencia también incluye a jugadores tradicionales del supermercadismo y a poderosos conglomerados. La familia Braun, propietaria de La Anónima y con fuerte arraigo en el interior del país, analiza la oportunidad. A ellos se suma la cadena Coto, que bajo la creciente influencia de los herederos de su fundador, estaría evaluando una oferta. Estos grupos, junto a Inverlat —un fondo de inversión que busca diversificar su cartera— y el Grupo One de Manuel Antelo —empresario del sector automotriz—, tendrían su principal interés en las grandes superficies, es decir, los hipermercados que constituyen la joya de la corona de la operación de Carrefour.
El futuro de los locales de proximidad, los conocidos Carrefour Express, se disputa en un terreno diferente y con otros protagonistas. Estos más de 120 puntos de venta son especialmente codiciados por el Grupo Dia, que busca con esta adquisición recuperar el terreno perdido y acelerar su expansión. La cúpula de Dia, que incluye a exdirectivos de Carrefour como su actual CEO, Martín Tolcachir, cuenta con un conocimiento profundo del negocio que podría facilitar una rápida transición.
Sin embargo, enfrentan a un competidor formidable: las cadenas de supermercados de origen chino. Agrupados en la cámara CEDEAPSA, ven en la compra de los Express una oportunidad histórica para recuperar el posicionamiento en la Ciudad de Buenos Aires. Desde su lanzamiento en 2008, el formato de proximidad de Carrefour se convirtió en su principal rival, compitiendo directamente con su modelo de negocio. La adquisición de estos locales les permitiría no solo neutralizar a un adversario, sino también fortalecer su presencia en ubicaciones estratégicas.
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