
La tensión por los desacuerdos paritarios para con los docentes se conjuga con una nueva medida que aplicaría el Gobierno de Mauricio Macri, según trascendió la semana pasada. El ministerio que conduce Esteban Bullrich aplicaría la reducción de direcciones lo que implicaría la desintegración de niveles y modalidades educativas en todos los niveles.
Luego de los conflictos desatados a fines de 2016 por denuncias de despidos, recortes y subejecuciones el nuevo año se encamina por una serie de nuevas medidas que no cayeron bien en el sector educativo. Autoridades de la cartera que conduce Esteban Bullrich oficializaron hace días que dejarán de existir las direcciones de nivel y de modalidades, columna vertebral del sistema educativo argentino según la Ley Nacional de Educación.
En concreto, la disolución de la Dirección Nacional de Gestión Educativa implica la desintegración de los Niveles y Modalidades Educativas, que estructuran el sistema en Educación Inicial, Primaria, Secundaria, de Jóvenes y Adultos, con las modalidades de Educación Especial, Rural, en Contextos de Encierro, Intercultural Bilingüe, Hospitalaria y Artística. De hecho ya se han producido comunicados de ceses.
\"A nivel estructural, el nuevo paso es un paso más en algo que se fue demarcando en el último año: desdibujar responsabilidades del Estado nacional, girar fondos a las provincias y que cada una decida qué línea fortalecer y cuál no”, explicaron desde el interior del Ministerio, lo cual fomenta las desigualdades. En el fondo del conflicto se esconde la intención de provincializar.
Este vuelco a las provincias a nivel de la gestión de contenidos tiene su contraparte a nivel paritario, con la no convocatoria a una instancia nacional y el retorno a las discusiones por provincia. Todo esto ocurre cuando aún la educación está resentida por recortes, vaciamiento de programas de formación docente y de áreas auxiliares, que derivó en la toma del Ministerio y movilizaciones.
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