
El conflicto docente en Tierra del Fuego no da tregua y suma otro capítulo en un ciclo lectivo marcado por paros y desobligaciones. Ante esta situación, el gobernador Gustavo Melella se refirió al estado del sistema educativo provincial y aseguró que, pese a los esfuerzos salariales, el diálogo con el gremio no ha logrado frenar las medidas que afectan el dictado de clases.
“Tenemos uno de los mejores salarios del país para los docentes, pero cada vez hay menos ingresos desde la Nación y también menos recaudación propia por la baja de actividad”, explicó Melella, al tiempo que insistió en la necesidad de “garantizar el derecho a la educación” sin suspender clases.
El mandatario afirmó que “hay un diálogo permanente” con el sector sindical, aunque reconoció que la situación es crítica: “Pedimos que la forma de protesta no sea la desobligación, porque vamos camino a un conflicto mayor”. También señaló que la provincia ya ha pedido financiamiento para sostener el sistema, pero remarcó que las respuestas desde Nación han sido insuficientes.
Consultado sobre posibles sanciones, Melella confirmó que se descuentan días a quienes no cumplen funciones: “Ojalá el legislador que propone eso también impulse herramientas de financiamiento, no solo críticas”.
El gobernador defendió un proyecto de ley que busca aportar nuevos fondos al sistema educativo y llamó a una “responsabilidad compartida” entre el sector público y privado: “El 80% de los salarios de docentes de escuelas privadas lo paga el Estado. La educación es de todos, no podemos seguir sosteniéndola solos”.
Sobre el futuro inmediato, descartó adelantar las vacaciones de invierno y anticipó que si el conflicto no se resuelve a través del diálogo, se evaluarán nuevas medidas. “No vamos a fomentar una batalla entre padres y docentes como hicieron otros gobiernos. No es el camino”, aseguró.
Melella también desmintió versiones que afirman que la provincia rechaza fondos nacionales: “Es mentira. Que digan qué fondos no aceptamos. Lo que hay es oportunismo político, gente a la que no le importa ni la salud, ni la educación ni la seguridad”.
Mientras tanto, el panorama educativo sigue siendo incierto. Las medidas gremiales continúan, las clases se ven afectadas y las respuestas definitivas siguen sin llegar.
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