El Gobierno nacional oficializó cambios en el esquema de vacunación contra la fiebre aftosa a partir de la segunda campaña de 2026. Según informó el Ministerio de Economía, la medida permitirá un ahorro global de 25 millones de dólares para la producción ganadera, sin afectar el estatus sanitario del país.
La Resolución 711/2025, publicada este viernes en el Boletín Oficial, establece que dejarán de inocularse vaquillonas, novillos y novillitos, categorías que ya cuentan con la inmunidad suficiente. De acuerdo a los cálculos oficiales, la modificación significará un ahorro cercano a 14 millones de dosis y unos 22 millones de dólares.
En paralelo, los establecimientos de engorde a corral (feedlots) quedarán exceptuados de participar en la primera campaña anual, lo que reducirá en casi 2 millones las dosis aplicadas y permitirá una baja de costos estimada en 3 millones de dólares adicionales.
En total, el nuevo esquema representa una reducción de 16 millones de dosis de la vacuna antiaftosa y un ahorro global de 25 millones de dólares para los productores. “Se trata de un avance que mantiene intactas las condiciones sanitarias y comerciales de la Argentina, al mismo tiempo que mejora la competitividad del sector”, destacó el ministro Luis Caputo.
Antecedentes y reclamos del sector
El anuncio se enmarca en un proceso de revisión iniciado el año pasado, cuando el Gobierno introdujo cambios en la producción de vacunas contra la aftosa. En ese momento se pasó de utilizar dosis tetravalentes —que incluían cuatro cepas— a formulaciones trivalentes y bivalentes, eliminando la cepa C3 Indaial, con el objetivo de abaratar costos.En marzo de este año, la Mesa de Enlace había elevado al Ejecutivo una propuesta de readecuación de la vacunación. El planteo incluía excluir a los novillos de la segunda campaña de 2025 y, desde 2026, reducir la estrategia a una sola campaña anual con revacunación exclusiva de terneros.
La iniciativa fue respaldada en una carta firmada por los presidentes de las principales entidades agropecuarias: Carlos Castagnani (Confederaciones Rurales Argentinas), Lucas Magnano (Coninagro), Andrea Sarnari (Federación Agraria Argentina) y Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina).
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