La emergencia alimentaria es ley, tal como anticiparon tanto desde el oficialismo como desde la oposición en el Senado de la Nación.

Desde la semana pasada, cuando el proyecto obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados, se preveía una sesión sin demasiados contrapuntos en la Cámara Alta. El debate reabrió las sesiones del Senado, que llevaba dos meses de parate, afectado por un año de escasa actividad que se aletargó aún más por la campaña electoral.

Los senadores oficialistas Esteban Bullrich y Luis Naidenoff (jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara Alta) adelantaron que la aprobación no tendría problemas. Hubo dos oradores por cada bloque, antes de aprobar la vigencia de la emergencia hasta el año 2022.

Fue la novena vez en 2019 que el Senado sesionó. Con escasa actividad desde el comienzo del año, el parate de la Cámara Alta fue total a partir de julio, con la campaña electoral como principal actividad de la mayoría de los senadores. Llevaba dos meses sin sesiones, ya que la última fue el 17 de julio, en un debate en el que se aprobaron 14 pliegos de jueces y defensores.

La semana pasada, con una fuerte movilización callejera en el Congreso y acampes en la 9 de Julio como elementos de presión, se dio media sanción a la iniciativa que extiende hasta el 31 de diciembre de 2022 la Emergencia Alimentaria Nacional establecida en 2002 por Eduardo Duhalde, y establece un incremento del 50% de las partidas presupuestarias vigentes destinadas a políticas públicas nacionales de alimentación y nutrición.

Entre otros puntos, la iniciativa que hoy pasó el último filtro, permite al jefe de Gabinete reasignar partidas para cumplir con el aumento del presupuesto alimentario y establece a la Sindicatura General de la Nación (Sigen) como autoridad de control.