
El funcionario defendió la decisión de reducir aranceles e impuestos internos para productos electrónicos, argumentando que el esquema actual genera precios “exorbitantes” para el consumo interno. Según Lavigne, el nuevo enfoque del Gobierno busca mejorar la oferta de productos y reducir los precios al consumidor, al tiempo que se habilita el envío por courrier de artículos tecnológicos desde el exterior a cualquier punto del país.
“Argentina no está en situación de dejar las cosas como están y que nada cambie. Estamos en posición de tomar decisiones que sirvan para mirar puertas adentro y entender que los mercados tienen que ser competitivos”, explicó.Además, remarcó que las reglas deben ser claras, los productos masivos accesibles a la población, y que deben existir condiciones para que los empresarios puedan desarrollarse, invertir y generar empleo.
En contraste con la protesta sindical
En contraposición con el mensaje de los sindicatos fueguinos, que convocaron a una jornada de paro y movilización ante el impacto que —según denuncian— provocará el Decreto 333/2025 en el régimen de promoción industrial de la provincia, Lavigne sostuvo que no hay motivos para temer una crisis laboral en el sector.“Las empresas nos confirmaron que no hay puestos laborales en riesgo”, reiteró el funcionario, minimizando el tenor de las protestas y responsabilizando a sectores políticos afines al kirchnerismo por instalar un discurso alarmista.Las declaraciones de Lavigne se producen en un contexto de alta tensión entre el Gobierno nacional y las provincias patagónicas, especialmente Tierra del Fuego, que ha concentrado históricamente su estructura productiva en la fabricación de productos electrónicos al amparo de un régimen de beneficios fiscales y arancelarios.
El Ejecutivo insiste en que los cambios propuestos no buscan desmantelar la industria, sino reordenar los incentivos para beneficiar al consumidor final y corregir lo que consideran un modelo distorsionado de precios y competencia.
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