
En tono de campaña, el presidente Javier Milei anunció este lunes que aumentará los fondos para educación, jubilados y discapacitados por encima de la inflación y volverá la obra pública. Lo hizo apenas unos días después de vetar leyas ancionadas por el Congreso que disponían exactamente eso.
En un mensaje por cadena nacional para anunciar el envío del proyecto de presupuesto al Congreso, Milei anticipó que "este presupuesto le asigna 4.8 billones de pesos a las universidades nacionales, aumenta el gasto en jubilaciones un 5% y en salud un 17%, ambas partidas por encima de la inflación".
"El gasto en educación también aumenta un 8% por encima de la inflación", sostuvo, y agregó: "habiendo realizado las auditorías pertinentes, el monto recibido por cada pensionado por discapacidad también aumentará en un 5% por encima de la inflación del 2026".
El volantazo de Milei parece un intento por desactivar el frente opositor que se prepara para juntar dos tercios este miércoles en Diputados para rechazar sus vetos al financiamiento universitario y la emergencia pediátrica por el Garrahan. Por eso, legisladores aliados que mostraron distancia de la Casa Rosada en las últimas semanas confesaron a LPO que esperarían al discurso presidencial antes de definir su voto para el próximo miércoles.
El giro fue guionado por su asesor Santiago Caputo quien se encargó de redactar el texto y según comentaron sus allegados buscó que Milei retomara un lenguaje más directo y dirigido y no a la dirigencia política. "La estrategia buscó recuperar el tono del Milei del ballotage, más cercano y popular, para reforzar la conexión con la gente", explicaron.
El volantazo de Milei parece un intento por desactivar el frente opositor que se prepara para juntar dos tercios este miércoles en Diputados para rechazar sus vetos al financiamiento universitario y la emergencia pediátrica por el Garrahan.
Obediente, Milei leyó el discurso durante 15 minutos y afirmó que "el equilibrio fiscal es la piedra angular de nuestro plan de gobierno y es un principio no negociable que le hemos planteado a la sociedad desde el comienzo de nuestra gestión". La contradicción entre ese compromiso fiscal que se utilizó días atrás para justificar los vetos y esta promesa de aumentar esas mismas partidas, no fue abordada por Milei en su discurso.
El único indicio que ofreció sobre el volantazo fue cuando afirmó que el presupuesto presentado ofrecerá a su cierre "un superávit primario tal que al cierre del ejercicio argentina se encuentre con superávit fiscal o, en el peor de los casos, con equilibrio fiscal".
El jefe de Estado reconoció que, pese al esfuerzo, existen argentinos a los que el resultado del éxito de sus políticas no los alcanzó. Pero aunque reconoció las turbulencias, arriesgó que "lo peor ya pasó".
Luego, se vanaglorió de su plan. "Solo por haber alcanzado el equilibrio fiscal y por mantenerlo a lo largo del tiempo, Argentina alcanzaría, según diversos estudios, una base de crecimiento del 5% anual", apuntó, y comparó la actualidad con datos de los años que fueron del 2011 al 2023: en sus papeles decía que el PBI per cápita de Argentina cayó durante ese lapso "poco más de 10%, mientras que en países vecinos creció un 15% o un 20%".
"Y si al equilibrio fiscal le sumamos las reformas que queremos llevar adelante podríamos estar hablando de un crecimiento del 7 u 8% anual de manera sostenida", vaticinó. En rigor, casi todos los sectores de la economía real muestras caídas pronunciadas: este mismo lunes se conoció otra caída de la industria metalúrgica y en lo que va del año ya se perdieron unos 150 mil puestos de trabajo.
Por eso, muchos economistas hablan de un rebote estadístico de la economía del piso en la que la hundió el ajuste y devaluación incial de Milei, más que de un proceso de crecimiento real y sostenible.
Ninguno de estos datos, pareció impactar en Milei que continuó con su relato habitual y reiteró que en 10 años la Argentina se acercará a las naciones de altos ingresos, en 20 años a los países más ricos y en 30 años llegará "al podio de las potencias mundiales".
Además indicó que el actual programa económico baja las tasas de interés y el riesgo país, algo que por estos días no se corrobora en los hechos.
Pero más allá de los anuncios del mensaje, cuando se mira la letra chica del Presupuesto lo que se observa es una juste de las partidas destinadas a la educación.
El proyecto elimina la meta del 6% del PIB para la educación. Elimina el financiamiento progresivo de la ciencia y la tecnología hasta llegar al 1% del PIB y elimina el Fondo Nacional para las Escuelas Técnico Profesional (0,2% de ingresos corrientes).
Compartinos tu opinión