Es una cuenta bancaria gratuita que poseen todas las personas que perciben una jubilación, una pensión o una pensión no contributiva.

No tiene costos de apertura ni de mantenimiento. Y cada una de esas cuentas está asociada a una tarjeta de débito que los bancos deben entregar a cada persona de forma gratuita.

Los bancos también deben proporcionar acceso gratuito a home banking para que cada persona pueda acceder a su cuenta desde su computadora, tablet o teléfono móvil.

Sólo podrán cobrar una comisión si el monto supera las acreditaciones correspondientes a esta prestación.

Entre las cosas que un jubilado puede hacer con una cuenta de la seguridad social, es el uso de la tarjeta de débito para pagar compras, extraer dinero y consultar el saldo de la cuenta desde los cajeros automáticos.

No es necesario que retires todo el dinero de la jubilación o pensión el día de cobro ni que tengas que acercarte al banco para consultar el saldo.

Además, para realizar transferencias bancarias o pagar impuestos y servicios podés acceder a la cuenta desde una computadora personal, tablet, y teléfono móvil.

Algunos bancos permiten, también, cargar la SUBE o el crédito de tu celular.

El uso de la tarjeta de débito y del home banking hace que no sea necesario llevar tanto dinero encima ni ir a los centros de pago de servicios.