
Ayer por la tarde se vivieron momentos de tensión en Río Grande por una discusión de terrenos. En el barrio El Milagro, en la calle Príncipe de Paz al 800, un grupo violento intentó desalojar por mano propia a una mujer, según argumentan, para construir una iglesia.
Se trata de Magalí Quiroga, ella cuenta que hace un año, por la difícil situación económica que atravesaba, empezó a asistir al comedor Granito de Amor. La cosa no mejoró y le comentó a quienes administran este comedor que necesitaba una vivienda. Entonces la supuesta pastora, conocida como Marta, le ofreció prestarle un terreno junto allí mismo por al menos dos años. “No pasaron ni tres meses que me empezaron a decir que me vaya porque querían construir una iglesia”, contó Magalí, y también aclaró que desde entonces estuvo buscado otro lugar para alquilar y poder mudar la casilla en la que vive.
Magalí Quiroga asegura que el Instituto Provincial de la Vivienda ya la reconoció como dueña del terreno donde hace pocos meses construyó una casilla para vivir; ya que la iglesia tampoco está acreditada como dueña del terreno, es decir, también está usurpando. A pesar de esto anoche intentaron sacarla por la fuerza, bajo el argumento de que “el IPV no representa nada”.
“Un dirigente político me quiso ayudar y me donó dos mallas para poder cerrar el terreno; cuando las vieron salieron quince personas y me pegaron”, relató Quiroga. No identificó al dirigente político que le tendió la mano, pero aseguró que lo hizo porque el IPV la había autorizado a cerrarlo y a bajar el cable de tendido eléctrico a su nombre.
Quienes están interesados en desalojar por la fuerza a Quiroga serían miembros de una iglesia que también administra el comedor Granito de Amor. Una situación muy similar se vivió durante el fin de semana, en donde también una iglesia con terrenos usurpados intentó desalojar por la fuerza a una familia vecina.
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