Con el regreso de su viaje a Estados Unidos, el presidente Javier Milei se enfocará en la última etapa de la campaña electoral. El mandatario prevé recorrer 12 provincias en las semanas previas a los comicios nacionales, con especial atención en los ocho distritos que renuevan senadores: Santa Fe, Mendoza, Corrientes, Córdoba, Chaco, Buenos Aires, Entre Ríos y Neuquén. A ellos se sumarán otras paradas estratégicas en Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.

El cierre de campaña ya tiene sede definida: será en Córdoba, tal como ocurrió en 2023.

Desde la Casa Rosada explican que la idea es que Milei asuma el rol de principal vocero de La Libertad Avanza en este tramo. “Queremos revivir el clima del balotaje de 2023 y reforzar el mensaje de cambio”, remarcan en Balcarce 50, convencidos de que la presencia del Presidente en el territorio ayudará a apuntalar a candidatos con menor nivel de instalación pública.

La estrategia libertaria buscará reforzar la polarización con el kirchnerismo y agitar la idea de una “campaña del miedo” frente a un posible regreso del peronismo. Además, el oficialismo intentará recortar diferencias en Buenos Aires, donde estiman hasta nueve puntos de desventaja, y consolidar ventajas en el norte del país.

En paralelo a la agenda electoral, el Gobierno lidia con la presión económica. La semana pasada, el Banco Central vendió 678 millones de dólares de reservas, movimiento que el oficialismo atribuyó al “ruido político” propio de la campaña. Milei aprovechará su paso por Nueva York para avanzar en un acuerdo de financiamiento con el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, con la intención de dar una señal de certidumbre a los mercados.

Aunque aún no se cerró el itinerario, en su entorno no descartan una dinámica de tres provincias por semana. Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, será la encargada de coordinar la fiscalización y el despliegue territorial.

Con el calendario electoral vigente hasta el 24 de octubre, el Presidente tendrá poco más de un mes para desplegar una agenda cargada de actos y recorridas. En el oficialismo apuestan a que ese contacto directo con la militancia y con los votantes sea clave para achicar la distancia con el peronismo y mantener el clima de movilización que marcó su llegada a la Casa Rosada en 2023.