La economía de Tierra del Fuego enfrenta un panorama alarmante con la pérdida de más de 1.500 puestos de trabajo en los últimos meses. Según datos de la Cámara de Comercio de Río Grande, entre los más afectados se encuentran 300 empleos del sector comercial, 700 vinculados a la industria textil y 500 en YPF.
José Luis Iglesias, presidente de la entidad, advirtió en diálogo con FM Provincia que esta situación significa alrededor de $4.500 millones menos por mes que dejaron de circular en la provincia, con un impacto directo en el consumo y la actividad local.
El dirigente graficó la difícil realidad que atraviesan los comercios de la ciudad: “El trabajador que tenía ocho horas pasó a trabajar cuatro. La persona que se fue, se despidió con una fiesta porque estaba ociosa. Todo se está achicando: ventas, inversión y potencial de crecimiento”. Según explicó, la mayoría de los negocios factura cada vez menos y apenas logra sostenerse reduciendo personal, ajustando horarios o liquidando mercadería para poder pagar sueldos.
A la caída del consumo se suma la competencia de la zona franca, que con precios más bajos atrae a clientes en detrimento de los comercios tradicionales. Paralelamente, la presión impositiva complica aún más la situación. Iglesias señaló que “la ARCA embarga automáticamente a los comercios que no pagan tres meses de aportes, mientras que la AREF ofrece moratorias o readecuaciones que resultan insuficientes”. Y fue contundente: “No se le puede cobrar a un muerto. Si el comercio no tiene actividad, tampoco puede cumplir con sus obligaciones”.
Desde la Cámara de Comercio manifestaron su preocupación por la ausencia de medidas concretas de alivio para el sector privado y advirtieron que, de no revertirse la tendencia, la crisis podría profundizarse en los próximos meses, afectando a toda la economía provincial.
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