El servicio de adolescencia del Hospital Regional Río Grande continúa fortaleciendo su trabajo con jóvenes de 13 a 18 años, con el objetivo de promover una sexualidad libre y cuidada, reducir los embarazos no intencionales y garantizar acompañamiento integral en los casos detectados.
Desde el área explicaron que el embarazo adolescente es considerado un riesgo biopsicosocial, debido al impacto que genera en una etapa clave de desarrollo personal. “Ocurre en un momento en el que los y las jóvenes están construyendo su identidad, finalizando sus estudios y dependiendo económicamente de sus familias. Un embarazo en ese contexto puede dificultar ese proceso”, indicaron desde el equipo interdisciplinario.
El servicio impulsa asesorías en salud sexual y reproductiva, difusión de métodos anticonceptivos y espacios confidenciales de consulta, donde se promueve una sexualidad libre, cuidada y consensuada, tanto para mujeres como para varones adolescentes.
Cuando se detecta un embarazo, se activa un acompañamiento integral, que incluye acceso a información, contención durante la gestación y seguimiento posterior. Además, el hospital cuenta con un consultorio de hemopaternidad, que busca involucrar a la persona gestante y, cuando es posible, a su pareja, abordando también las dinámicas familiares que pueden influir en la repetición de embarazos adolescentes.
El equipo destaca que la demanda de atención creció en los últimos años, gracias al trabajo territorial y la difusión en medios, lo que permitió “llegar antes” y actuar no solo frente a un embarazo, sino también en la prevención y educación temprana.
Con este enfoque, el Hospital Regional Río Grande refuerza su compromiso con una adolescencia saludable, protegida y con acceso pleno a derechos, impulsando políticas sanitarias que promueven la autonomía, la prevención y la construcción de proyectos de vida sin estigmas ni imposiciones.
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