
El pasado 31 de julio se celebró el Día Mundial del Guardaparque, una fecha que busca reconocer la labor silenciosa pero fundamental de quienes cuidan y protegen las áreas naturales en todo el mundo. En Tierra del Fuego, esta jornada fue una oportunidad para visibilizar el trabajo cotidiano de los guardaparques y reflexionar sobre la importancia de preservar la biodiversidad local.
Juan Alderete, guardaparque de la provincia, explicó que su tarea diaria va mucho más allá de la vigilancia de las reservas. “Nosotros tenemos un sistema provincial de áreas naturales protegidas dividido en tres zonas: sur, centro y norte. Cada región tiene sus características propias y en cada una trabajamos con la comunidad para que conozca y valore lo que tiene al alcance”, detalló.
Entre sus tareas cotidianas, los guardaparques realizan patrullajes, monitorean flora y fauna, brindan charlas en las escuelas y organizan salidas a campo para fomentar la educación ambiental. “Buscamos transmitir el sentido de pertenencia, enseñar desde los más chicos la importancia de cuidar nuestro ambiente”, señaló Alderete. También hacen especial hincapié en la concientización sobre las normas de convivencia en las áreas protegidas, como el control de mascotas en temporada de aves migratorias.
Consultado sobre su formación, Alderete explicó que la carrera de guardaparque es una tecnicatura que dura tres años y puede estudiarse en distintas provincias como Córdoba, Misiones, Buenos Aires o San Juan. “Yo elegí estudiar en Córdoba, pero siempre supe que quería volver a Tierra del Fuego a ejercer. Es difícil no querer regresar a tu lugar, es un desafío, pero también un orgullo poder cuidar lo nuestro”, expresó.
El compromiso de los guardaparques fueguinos se sostiene en la vocación y en la convicción de que proteger la naturaleza es también proteger la identidad y el futuro de la provincia.
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