
En diálogo con FM del Pueblo, la secretaria de Industria y Promoción Económica, Alejandra Man, confirmó el acompañamiento del Gobierno de Tierra del Fuego a las empresas Sueño Fueguino y Barpla, ante la situación judicial que atraviesan frente al Gobierno nacional.
“Ayer se pronunció el gobernador justamente en apoyo a esta presentación que hace el abogado de las empresas, bajo la figura de Amicus Curiae. El Gobierno va a realizar una presentación a través del área técnica y legal para acompañar el reclamo con un informe técnico e informativo que elaborará la Fiscalía de Estado”, explicó Man.
Consultada sobre el alcance de esta figura judicial, la funcionaria señaló que el objetivo es “aportar información que pueda colaborar al momento en que la Fiscalía tome una decisión”.
“El gobernador Gustavo Melella fue muy claro: el Gobierno provincial apoya todos los reclamos de las empresas, no solo los de Sueño Fueguino y Barpla. Con esta presentación buscamos ofrecer información técnica y de contexto, además de los argumentos del abogado de las empresas, para que la evaluación sea más completa”, sostuvo.
Man advirtió que las textiles enfrentan un panorama complejo tras la caída de la medida cautelar que las mantenía dentro del régimen promocional.
“Hoy están fuera del régimen, lo cual es algo muy complejo. Si exportan producto terminado, no podrán recuperar el beneficio fiscal, y eso dificulta competir y sostener los costos”, explicó.
Además, remarcó que las políticas de apertura de importaciones no han generado el efecto prometido: “No vemos que haya una baja en el precio de la ropa. Todo esto que supuestamente venía a reducir costos no se percibe en el ciudadano que va a comprar, por lo que estas medidas del Gobierno nacional no tuvieron el impacto esperado”.
La secretaria también mencionó la situación de Australtex, otra empresa con dificultades.
“No pudo acreditar el origen de parte de sus productos y eso le impide recuperar el beneficio fiscal. Fue una decisión votada por la Comisión Federal. La empresa presentó argumentos sólidos, pero hoy hay una falta de proveedores nacionales que hace muy difícil cumplir con ciertos requisitos productivos”, señaló.
Respecto al impacto de estas medidas y la posibilidad de presiones de sectores continentales, Man fue cauta: “Desconozco cómo está la situación con el lobby en el continente, pero creo que hoy todo el sector textil, incluso las cámaras más grandes, comparten las mismas dificultades. El enemigo está afuera: la apertura de importaciones genera un desafío enorme para todas las empresas”.
Por último, la funcionaria expresó su preocupación por las consecuencias sociales y laborales que implica la crisis: “Son empresas que hace muchos años están radicadas y que emplean a cerca de 250 personas. El sector confeccionista también atraviesa un mal momento, con más de 230 trabajadores. La gran mayoría son empleados de larga trayectoria, y reinsertarse en otro trabajo es muy difícil. Por eso acompañamos a las empresas desde el Gobierno, a través de la Secretaría Legal y Técnica, en esta presentación judicial”.
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