El Gran Premio de la Hermandad, uno de los eventos más emblemáticos del automovilismo en Tierra del Fuego, volvió a protagonizar la agenda deportiva provincial, aunque no sin generar polémica. Paulino Rossi, socio del Automóvil Club y reconocido corredor local, dialogó sobre los desafíos y logros de la reciente edición del clásico que une a pilotos de Argentina y Chile.

Según Rossi, la reunión previa al Gran Premio estuvo marcada por cierta improvisación y momentos de tensión que, si bien fueron destacados en algunos medios, no reflejan la totalidad del evento. “Difícil sacar algo limpio porque fue bastante improvisado esta reunión, fue más una reunión reflexiva, en plan de acción. Se pueden rescatar cosas positivas”, explicó.

El piloto destacó la participación representativa de los asistentes y resaltó que, pese a los inconvenientes, el espíritu de la competencia sigue vigente. “El Gran Premio de la Hermandad está sano y vigente porque los pilotos y la gente de Río Grande, Ushuaia, Porvenir y Punta Arenas estamos hermanados. Es una carrera que prácticamente se haría sola porque hace 50 años se pusieron de acuerdo un grupo de amigos y dijeron: ‘¡Largamos acá, termina allá!’”, recordó.

No obstante, Rossi admitió que los problemas que afectaron las últimas ediciones no se originaron en los competidores ni en el público, sino en la dirigencia de la organización. “Los dos años que hemos tenido problemas fueron por malas decisiones de los dirigentes. La solución a los errores no es cometer más errores, sino aplicar el reglamento y trabajar en serio para que la carrera siga adelante”, indicó.

El automovilismo en Tierra del Fuego, señaló Rossi, atraviesa una situación crítica en múltiples disciplinas. “Todas las instituciones están con problemas del deporte motor. El motocross, el karting, la pista, todas. La única manera de sostener estas actividades es contar con gente capaz en la dirigencia”, advirtió.

A pesar de las dificultades, Rossi destacó la trascendencia histórica del Gran Premio y su importancia social y cultural en la provincia. “El deporte motor es la principal actividad deportiva y social de Tierra del Fuego. Convoca más gente que cualquier otra disciplina y ha perdurado incluso ante situaciones adversas, como conflictos internacionales”, señaló.

De cara al futuro, el corredor sostuvo que la próxima edición deberá organizarse bajo una estructura más sólida, replicando los mecanismos que han funcionado en años anteriores y garantizando la seguridad de los participantes. Rossi hizo hincapié en que el evento nunca estuvo cancelado: “La comisión tiene los elementos para cerrar lo deportivo y hacer la clasificación con los pilotos y equipos que participaron. Lo único que hay que hacer es aplicar lo que está escrito en el reglamento”.

Finalmente, Rossi destacó la necesidad de dejar de lado disputas personales y trabajar en conjunto por el bien del deporte: “Debemos escuchar a quienes aportan valor, trabajar en serio y dejar de lado las mequinades personales. Solo así podremos garantizar que el Gran Premio de la Hermandad siga siendo un orgullo para la región”.