En las últimas horas, el Juzgado Federal de Río Grande, a cargo de la jueza Mariel Borruto, hizo lugar a la medida cautelar presentada por la Asociación Rural de Tierra del Fuego contra la resolución 460 dictada por SENASA en junio de este año, que permitía el ingreso de carne con hueso a la Patagonia.

Lucila Apollinaire, presidenta de la Asociación Rural de Tierra del Fuego, dialogó con Radio Fueguina y expresó su satisfacción tras conocerse la decisión judicial. “Ayer recibimos la noticia del Poder Judicial de Nación. La doctora Mariel Borruto hizo lugar a la medida cautelar que solicitamos desde la Asociación Rural contra SENASA. Estamos, como bloque patagónico, muy contentos de que la justicia nos haya escuchado”, señaló en diálogo con Radio Fueguina.

La medida tiene un plazo de 30 días, lo que obliga a los productores a mantenerse alertas. “No hay que dormirse porque es una medida por treinta días nada más. La jueza suspende los efectos de la resolución, pero esto puede seguir a través de la vía recursiva. Lo ideal sería que el Ejecutivo reconozca que fue un error, una decisión intempestiva, sin consenso y sin legitimidad”, advirtió Apollinaire.

Durante los meses en que la resolución estuvo en vigencia, el sector detectó irregularidades en el ingreso de carne. “En cada provincia nos dispusimos como ciudadanos a mirar un poco en los comercios. En algún punto se hicieron denuncias a bromatología o a SENASA porque estaba entrando carne con hueso plano del norte de la barrera sanitaria. Pedimos información sobre volúmenes, cantidades y cortes, pero SENASA pidió prórroga porque aún no tenía los datos procesados”, explicó la dirigente.

Apollinaire también cuestionó la falta de capacidad operativa del organismo. “SENASA está sufriendo recortes y una reorganización que es necesaria, pero no se puede desmantelar todo porque son organismos que deben ejercer control. En Río Grande, SENASA funciona en dependencias de la Asociación Rural porque están dejando de pagar alquileres. En este contexto haber tomado esta decisión fue desacertado. Hace más de treinta años se trabajaba para que la Patagonia sea libre de aftosa sin vacunación, y perder ese estatus es muy caro para la Argentina”, subrayó.

La referente ruralista remarcó además que la medida judicial permitió fortalecer la unión regional: “Estoy muy contenta porque logramos establecer vínculos con Neuquén, Río Negro, sur de Buenos Aires, Chubut y Santa Cruz. Conformamos un bloque patagónico y todos juntos trabajamos de manera voluntaria. Aunque representamos apenas el cuatro por ciento de los productores del país, ocupamos el treinta por ciento del territorio nacional. No es poca cosa”.

De cara al futuro, Apollinaire sostuvo que el objetivo debe ser más ambicioso: “Firmemente creemos que todo el país debería estar trabajando para que la Argentina sea libre de aftosa sin vacunación. Como lo son hoy Bolivia, Brasil y Paraguay. Deberíamos subir la barrera, no bajarla”.