
Ramiro Caballero, actual director ejecutivo de la Unión Industrial Fueguina (UIF), en diálogo con Radio Provincia reflexionó sobre el rol de la institución en un escenario complejo tanto a nivel nacional como internacional.
Caballero recordó que al asumir su cargo, su intención fue dar "un giro, un viraje" a la UIF, apuntando a una gestión con una visión estratégica: “Creo que los desafíos siempre del sector industrial de la provincia nos hacen no repensar un sistema productivo, sino tener la vocación de ser muy innovadores inclusive en los contextos”.
Subrayó que si bien se puede planificar una forma de conducir la institución, “siempre hay que estar atento a las situaciones particulares”. En ese marco, explicó que su enfoque pasa por “una planificación futura, no de cómo defender el régimen y el sistema productivo, sino de qué manera valorizar el sistema productivo de Tierra del Fuego”. Para Caballero, no alcanza con mostrar el régimen, sino que es necesario “hacerlo comprender mucho más en todas las regiones del país”.
Además, expresó que muchas veces, como funcionario o como ciudadano, le ha tocado defender el sistema fueguino en diversos espacios: “Tal vez el rol que tiene una dirección, en este caso de una cámara, te vincula con otras áreas que tal vez en lo político no veías”. Y agregó: “Desde una cámara tenés que defender y proponer acciones que los gobiernos tienen que resolver. Ya no decidís vos, pero sí tenés que ayudar en ese contexto”.
Sobre el panorama nacional, Caballero no evitó referirse a la incertidumbre económica que atraviesa el país: “Nos está haciendo temblar todas las estructuras económicas y de desarrollo productivo industrial que tenemos en la provincia y en el país”. En ese sentido, hizo foco en cómo las decisiones globales también repercuten localmente, y ejemplificó con medidas del gobierno de Estados Unidos que podrían marcar “una nueva etapa mundial, comercial, productiva y tecnológica”.
Finalmente, abordó con franqueza la situación del acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional y su impacto: “No es fácil acudir al fondo. Siempre a la Argentina le ha sido difícil, porque no hemos podido encontrar la medida justa como para que realmente ese barco esté enderezado”. Y cerró advirtiendo que el escenario cambia y que eso exige adaptaciones: “No digo que vaya a ser peor ni mejor, pero indudablemente tiene que haber corrección”.
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