
La industria petrolera fueguina atraviesa su momento más crítico en más de veinte años. Los registros oficiales muestran que la producción provincial de crudo pasó de 1,6 millones de metros cúbicos en 2001 a apenas 150 mil m³ proyectados para 2025, lo que implica una reducción superior al 90%.
Este desplome sostenido responde a un agotamiento natural de los yacimientos de la cuenca Austral, la falta de inversión en exploración y la ausencia de políticas de largo plazo que promuevan la incorporación de nuevas tecnologías o la recuperación secundaria de pozos maduros.
La caída no solo tiene un impacto económico, sino también laboral y fiscal, al reducir las regalías que percibe la provincia y limitar las oportunidades de empleo en el sector energético. En ese sentido, especialistas señalan que el escenario actual es el resultado de años sin una planificación clara ni incentivos suficientes para sostener la producción.
En palabras del análisis sectorial, “ningún gobierno provincial supo desarrollar una política acorde para revertir la tendencia”, una afirmación que resume el malestar que atraviesa la industria y la necesidad urgente de redefinir la estrategia energética fueguina para evitar una pérdida total de competitividad.
Compartinos tu opinión