
La posibilidad de una nueva ley de coparticipación es una promesa y una deuda de todos los gobiernos nacionales. El antecedente se dio en la reforma de la constitución de 1994 donde se incluyó una disposición que dictaba que antes de 1996 tenía que haber una nueva legislación, no se logró ya que todas las provincias debían estar de acuerdo.
Mientras tanto rige la normativa de 1988 que dicta el porcentaje que cada provincia debe recibir, si bien hubo pactos y otras cuestiones que fueron emparchando la ley original.
Podemos repasar como terminó el reparto de la coparticipación en el 2019, según la importante consultora de economía expresa que “la recaudación nacional alcanzó los 5.023.566 millones, lo que refleja un aumento de 48,5%”.
Pero además en 2019 la coparticipación ascendió a “1.630.516 millones, un alza de 51,5% en términos nacionales2 además de toda la masa coparticipable el 59% fue destinado a las provincias, el 32% al tesoro nacional, el 8% para el ANSES y el 1% para los ATN”.
Bien para cada distrito se distribuyó un monto fijo de 1,4% que estableció el presidente Eduardo Duhalde en 2016 un 3,6%. La ley de 1988 no contemplaba ese porcentaje para la ciudad de Buenos Aires, pero siempre se estableció un monto fijo, por convenios y otros mecanismos.
En 2019 la provincia de Buenos Aires fue la más favorecida por transferencias inmediatas, no así la provincia de Córdoba, Santa Fé y San Luis.
En el caso de nuestra provincia, recibimos un monto de 1.827.250 millones, es decir un porcentaje del total de coparticipación de 1,12 %, mientras que el interanual es de 48,2 %.
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