
El vicepresidente del Instituto Provincial de la Vivienda aclaró la discusión terrenal que ayer desató incidentes en un lote del barrio El Milagro. Anoche un grupo violento intentó desalojar a una mujer por la fuerza sin permiso del instituto, ni documentación que los avale.
“No hay ningún permiso pedido por esta iglesia. Se adjudican dos lotes. Y también hacen muros sin permiso del IPV. Hemos informado a instituciones y vecinos que sin el boleto de compra-venta no se puede construir nada adherido al suelo por cuestiones de mensura. Se puede correr una casilla o un alambre, pero no un muro adherido al suelo”, explicó Gonzalo Conti.
Además, dio detalles de cómo trabaja el IPV en cuestiones de ocupación. “La persona relevada, que es la que está viviendo ahí, es la persona a la que se le autoriza bajar el pilar de luz”, dijo. “A la persona o familia que está habitando el terreno se le da un permiso de ocupación precario hasta que implemente los requisitos necesarios para desarrollar un boleto de compra-venta y que el terreno sea de ellos”, dijo. Con esta explicación, avaló a Magalí Quiroga, quien con estos permisos de ocupación precaria construyó una casilla en un terreno sobre la calle Príncipe de Paz al 800, el mismo que una iglesia reclama como propio.
“Siempre se dan permisos para construir comedores o lugares de culto, o lo que el barrio necesite, pero presentando un pedido con la documentación necesaria”, aclaró, y desmintió que quienes pretenden construir una iglesia allí cuenten con voluntad de tramitar esta documentación.
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