
El segundo módulo del curso universitario de agentes multiplicadores para la prevención del suicidio se llevó adelante en Río Grande este fin de semana, con el respaldo de la Universidad de La Plata y la Asociación de Psiquiatras de Argentina. El Dr. Agustín Pérez, subsecretario de Salud del municipio, dialogó en profundidad sobre esta capacitación, el contexto social que atraviesa el país y el rol de la salud pública en momentos de crisis.
“Hoy estamos transitando el segundo módulo de este curso, que comenzó en mayo y se extenderá hasta fin de año en ocho encuentros mensuales. Es un trabajo conjunto con universidades y asociaciones de primer nivel, como APAL, la Asociación de Psiquiatras de Latinoamérica, con quienes también organizaremos el congreso presencial en septiembre”, explicó Pérez en Fm La Isla, destacando la participación del reconocido especialista Dr. Demián Radante, quien disertó sobre prevención del suicidio.
Durante la entrevista, Pérez abordó la problemática del suicidio desde una mirada integral. “Es una situación multicausal, como siempre lo hemos dicho, pero también es innegable el peso que tiene el contexto social. La pobreza, la desigualdad, la falta de futuro, la pérdida de trabajo... todo eso influye de forma directa en la salud mental de las personas. Está comprobado a nivel mundial”, sostuvo.
El funcionario no evitó referirse a las condiciones que afectan hoy a muchas familias en Tierra del Fuego. “Cuando un joven vive la incertidumbre económica, cuando ve a sus padres perder el trabajo, cuando no encuentra sentido o proyecto, es más vulnerable. Y eso nos obliga a estar presentes desde el Estado”.
En ese sentido, destacó el rol que asumió Río Grande: “Hemos construido un modelo que ha llamado la atención incluso a nivel regional. Este año, la Asociación Latinoamericana de Psiquiatría va a visitar la ciudad para conocer nuestra experiencia. Tenemos 15 dispositivos de salud mental para una ciudad de 100 mil habitantes. Es inédito en el país”.
Además, subrayó que el acompañamiento no se limita a lo técnico o profesional, sino que se da “gracias al compromiso de una comunidad que responde”: más de 3.400 personas se inscribieron al curso. “Eso no pasa en todas partes”, señaló.
Consultado sobre los ataques a la salud pública y el desfinanciamiento de dispositivos clave como el Hospital Garrahan o el Bonaparte —referente nacional en salud mental—, Pérez fue contundente: “Se bastardea lo público. Se generaliza con discursos que intentan instalar que los profesionales no trabajan. Pero quienes estamos en el sistema sabemos que es al revés: se trabaja muchísimo y con gran compromiso”.
“La salud mental es atacada porque representa pensamiento crítico, conciencia social. Y eso molesta a ciertos sectores”, añadió.
El curso de formación incluye docentes de la UBA, Fundación Favaloro y hospitales nacionales, y cuenta con certificación universitaria. Uno de sus puntos clave será el congreso de septiembre, que incluirá participantes internacionales y abordará las problemáticas actuales de la región. “Estamos generando herramientas para prevenir, para estar antes de que aparezca la enfermedad. Ese es nuestro norte”, dijo Pérez.
Además del trabajo en salud mental, el subsecretario adelantó nuevas acciones: la apertura de un servicio de geriatría, campañas contra distintos tipos de cáncer y un nuevo dispositivo para consumos problemáticos inaugurado este año en plena crisis económica. “Pese a las dificultades, se puede. Y eso lo demuestra el municipio de Río Grande”, cerró.
La apuesta por una salud pública sólida y la convicción de que la prevención es la clave parecen marcar el rumbo. En palabras del propio Pérez: “Lo más fácil es correrse. Pero nuestro compromiso es poner el cuerpo”.
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