
El ingeniero Walter García, Jefe de Usina de la Cooperativa Eléctrica de Río Grande, explicó por Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 el aumento tarifario que empieza a regir a partir de hoy y “corresponde al valor agregado de distribución, que es el costo de la distribuidora. Ese valor no se ajusta desde hace un año. La Cooperativa pudo hacer un ajuste parcial en septiembre del año pasado, que fue muy bajo, del 17 ó 18%, y las variables económicas han sido desastrosas durante todo este año. Los costos siguen aumentando de forma incontrolada y eso hace necesario hacer un ajuste este mes”, señaló.
El gobernador Gustavo Melella ya autorizó mediante decreto los aumentos tanto de la DPE como de la Cooperativa Eléctrica de Río Grande. En el caso de la Cooperativa, dijo que “hizo una proyección de los costos de mano de obra, de equipamiento para mantenimiento, de repuestos y demás. La proyección es sumamente complicada de hacer en este momento porque cambian las variables, pero tenemos que basarnos en algún número. Analizamos lo que la Cooperativa puede recaudar con la tarifa actual, cuál es el déficit, para poder mantener el servicio. En los dos últimos ajustes que analizó la Cooperativa no se incluyeron inversiones, con la intención de reducir al mínimo posible el impacto en los usuarios. Las inversiones se tratan de conseguir a través de planes nacionales, del CFI, del Fideicomiso Austral, porque de poner inversiones engrosaría más el valor de la tarifa. Después de ese cálculo se hizo una distribución en base al costo que tiene distribuir a cada categoría de usuario, y se elevó ese informe al gobierno solicitando el aumento de la tarifa. El gobierno a través de sus técnicos verifica si eso es correcto o no y, si están de acuerdo, emite el decreto previa audiencia pública, que es un paso obligado”.
Aumentos concretos
Consultado sobre los porcentajes de aumento, prefirió “más que hablar de porcentajes, hablar de valores absolutos, porque hablar hoy de 200%, de 100%, de 20%, hace que se pierda el concepto, porque tenemos variaciones del 100% anual y un producto de uso masivo puede aumentar un 20% por mes. Hablamos de valores absolutos porque así uno tiene idea de lo que paga por otros servicios, y lo que recomiendo es que se compare el valor de la factura de electricidad con cualquier otro costo, como el kilo de asado”, planteó.
“Con respecto a los residenciales, tenemos 34 mil usuarios y 23 mil van a pagar valores inferiores a los 2.500 pesos. Eso involucra a más del 70% de los usuarios, que antes estaban pagando 1.700 pesos”, indicó, lo que equivaldría al 47% de aumento.
“Si bien es más del 40%, son 2.500 pesos el valor real”, que sería un kilo y medio de asado de acuerdo a la referencia mencionada por García.
“El consumo de 350 kw/hora está en 3.300 pesos y ya equivale al consumo de una casa residencial grande, pero si lo comparamos con el litro de nafta, si uno carga un tanque cuesta 5.260 pesos”, observó.
“Si estuviéramos en una economía estable, lo mejor sería hablar de porcentajes, porque uno puede comparar con períodos largos y ver cómo influyen esos porcentajes, pero ahora tenemos que hablar del valor”, insistió.
“En el caso de la tarifa comercial, un consumo de 400 kw estaría pagando 4.700 pesos, que es el promedio de un negocio medio. De ahí en adelante empieza a ser un poco más caro. Por 900 kw ya van a pagar 9.500 pesos, cuando antes pagaban 6.500”, aumento que también ronda el 47%.
“Los porcentajes para consumos residenciales están entre el 30 y el 40% y luego para arriba va a aumentando al 60 ó 70%”, dijo el ingeniero.
“En el primer grupo de la tarifa residencial están englobados los comercios medianos a chicos; después hay una categoría de mediana demanda, que son usuarios comerciales grandes o pequeñas empresas que tienen potencias instaladas entre 10 y 30 kw; las grandes demandas son las empresas que exigen potencias superiores a los 30 kw”, detalló.
Tarifas igualadas
Dado que la DPE está haciendo la actualización en la misma fecha y se realizó la audiencia pública el jueves pasado, con porcentajes más altos de aumento, se le preguntó sobre esta diferencia. “El porcentaje de aumento es más alto porque la DPE no tuvo ajuste de tarifas desde 2019 y tuvieron que ajustar todo junto ahora. Yo tengo ambas tarifas y las diferencias son centavos. Si vemos los valores absolutos vamos a tener facturas equivalentes”, afirmó.
Criptominería, la más cara
Para la criptominería fueron retirados todos los subsidios del Estado y este mismo mes salió la resolución que quitó los subsidios. “Cada ítem tarifario tiene dos componentes, la energía y el valor agregado de distribución. La energía la determina la Nación a través de resoluciones, y es lo que nos cobra CAMMESA por la energía que nos compra y nos vende. Sin subsidio del ítem de energía más el ajuste que hicimos en el valor agregado de distribución obviamente generó un aumento importante en el sector. Son los que pagan la tarifa más costosa y están en el valor de la energía en el norte, que es mucho más cara que acá. Tenían casi un 70% de subsidio y ahora no lo tienen más”, expresó.
Respecto de la cantidad de empresas que se dedican a la criptominería en la ciudad, dijo que han hecho “una campaña desde hace unos cuantos meses para poder identificar a los usuarios que no están declarados, porque hay mineros que están usando tarifa residencial. Ya hemos identificado a más de 40 usuarios, que se han pasado a tarifa de minado y seguimos trabajando, detectando prácticamente entre 15 y 20 usuarios por mes. Hay un consumo de 400 millones de kw por año, y está detectado que un 16% es de uso en criptominería.Nosotros estamos generando 30 kw de potencia y el 16% lo consume la criptominería”, precisó.
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