
Luis Schriber, representante de los almaceneros en Río Grande, se refirió a la situación económica que está atravesando el sector.
“Estamos con expectativas a ver qué sucede, porque la verdad es que para los arreglos en cuanto a precios somos los últimos. No influimos en los acuerdos, se hace propaganda a las grandes superficies comerciales y después resulta que la gente va y no encuentran los productos”, expresó.
“Nosotros no somos los que guardamos la mercadería y no la entregamos, no especulamos con el dólar para exportar, por lo que el Gobierno tiene que darse cuenta a donde debe regular los precios. Desde noviembre/ diciembre hubo un incremento en los costos y nos encontramos con una inflación muy alta, pero le echan la culpa a la guerra, pero los productos se elevaron en Argentina, se paga la mano de obra y ahora lo suben porque exportar le sirve mucho más. Las marcas líderes han aumentado un 20% aproximadamente y es muy complicado mantenerse”.
Asegura que “cada vez que el Gobierno lanza un programa de precios lo termina arreglando con los grandes locales y cuando vas a comprar al mayorista, te das cuenta de que lo tiene más caro que las grandes superficies, y cuando lo buscas no está o se modificó”. Continuó, “no hay seriedad con los empresarios que tenemos, lo único que les importa es la ganancia. Acá se debería controlar a cuatro o cinco empresas grandes que mantengan el precio acordado, después que se abastece el mercado interno, se especula y exporta”.
Con lo que respecta a las ventas, “se está trabajando de forma normal y los sueldos se van adaptando al incremento, pero nunca alcanza. El precio de los mayoristas debería ser más barato, primero, porque compra en cantidad, segundo, porque tiene mejor plazo para comprar y tercero, porque tiene la posibilidad de comprar en distintos locales comerciales. Sin embargo, la diferencia es muy grande”.
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