
El Dr. Mateo Renk se despide del Hospital Regional Río Grande para hacer la residencia de “es un momento muy emotivo, pero a la vez estoy muy feliz porque quiero seguir creciendo y hacer una especialidad en otro lugar. También estoy triste porque dejo un lugar que considero mi segunda casa, donde hubo mucha gente que me acompaño y trabajo conmigo”.
“Muchos reconocieron el trabajo que se hizo durante años y eso para mi es un puñado de amor. Uno a diario trabaja para y con los pacientes en equipo, ahora me toca tomar un camino de formación en la ciudad de Buenos Aires, seré un aprendiz eterno”.
“Nací en la ciudad de Santa Fe, en ese momento un neurocirujano y médica cardióloga santafesinos también, me ofrecieron venirme a Río Grande. Sinceramente, no dude mucho en venir, lo tomé como una aventura y la verdad cuando llegue conocí el lugar, estuve contratado un tiempo hasta que me dieron planta permanente”, narró a FM Fuego.
Posteriormente, firmó la Jefatura de Guardia Central “fue un desafío, pero hubo un equipo que estuvo en las buenas y malas, siempre apoyando a crecer. En el 2020 nos encontramos con la Pandemia y uno pensaba que aquí no llegaría, pero de repente se presentaron los primeros pacientes con positivo”, explicó que fue un momento muy duro para todo el personal de salud.
A su vez dijo que en ese momento “se colapso porque tome decisiones que no fueron las correctas desde la inexperiencia. Esto duró hasta que se pudo organizar un sistema acorde a la situación dando respuesta a un montón de pacientes que nos necesitaban”.
“Luego de esa transición vimos que había tres salas de terapia intensiva que ya se necesitaban profesionales y me ofrecí, comencé a hacer apoyo en la Terapia Intensiva de Adultos con COVID y desde el 2020 hasta el momento continue. Todos los días aprendí de los profesionales que hay acá, son increíbles” narró.
“Siempre le voy a estar agradecido del Dr. Peral y Tejedor, quienes me incentivaron a perfeccionarme y seguir este camino para ayudar al paciente, que es la prioridad”. Su decisión fue acompañada de la situación epidemiológica “no hubiera pensado jamás abandonar el lugar, porque prácticamente no dormíamos”.
A pesar de abandonar la ciudad por unos años, tiene proyectado volver, se lleva con él los mejores recuerdos “desde el punto de vista personal es un lugar que tiene muchas cosas buenas, desde lo cultural hasta la sociedad. Tenemos dos hospitales en la provincia, en los cuales tenemos que seguir creciendo para la salud pública. Además, hay lugares maravillosos que uno de solo verlos se enamora”.
“Profesionalmente crecí un montón por eso tengo el compromiso de volver, es un dolor porque dejo un montón de afectos personales y laborales. Siempre tengo palabras de agradecimiento para Río Grande” finalizó.
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