
El Sindicato Unido de Peones de Taxi (SUPeTAX) de Río Grande volvió a advertir sobre la crítica situación del sector. Su dirigente, Sebastián Ríos, aseguró en diálogo con Radio Provincia: “El sector está en un knockout con un menos diez. Estamos totalmente destrozados, prácticamente en la lona”.
La caída de la demanda se suma a un escenario complejo marcado por el precio del combustible, la competencia de aplicaciones y los servicios ilegales. “Está imposible sostener esto. Nos golpean las aplicaciones y los WhatsApp truchos que están trabajando. Lamentablemente la economía nacional está destruida y nos pega de lleno”, señaló.
Actualmente, en Río Grande circulan más de 900 vehículos entre taxis, remises y autos que trabajan a través de plataformas digitales no reguladas. Según Ríos, la recaudación diaria sufrió un derrumbe: “Nuestra recaudación ha caído arriba del 80-85%. Un chofer hoy se lleva 10.000 o 12.000 pesos, y uno que trabaja turno noche puede hacer 18.000 pesos laburando más de 12 horas”.
El dirigente también apuntó contra la falta de regulación: “Si hubiésemos regulado cuando se planteó hace años, hoy la situación sería distinta. Nos quedamos pensando que Uber iba a desaparecer y no fue así. Hoy hay más de 600 vehículos trabajando con estas aplicaciones”.
La crisis también impacta en el mantenimiento de las unidades: “Hoy es una utopía pensar en cambiar un auto. Ya hay compañeros que devolvieron las unidades porque no pueden pagar las cuotas. Una cubierta ya está difícil, imaginate hablar de renovar la unidad”, advirtió.
Finalmente, Ríos subrayó que el gremio insiste en buscar soluciones junto a las autoridades: “Estamos golpeando puertas, presentando ideas y proyectos. No se trata de competir, sino de encontrar una salida que nos permita trabajar en igualdad de condiciones”.
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