
Desde el extremo sur del continente, Ushuaia fue el punto de partida para una de las travesías más desafiantes en moto de los últimos años. Diego Rosón, fotógrafo, escritor y apasionado viajero, emprendió el recorrido desde Tierra del Fuego hasta Alaska sobre dos ruedas, en una aventura que transformó su vida y que hoy lo impulsa hacia un nuevo desafío por Europa.
La ciudad de Ushuaia no fue solo el inicio geográfico de la travesía, sino también un hito emocional para Rosón, quien tras recorrer miles de kilómetros, paisajes extremos y culturas diversas, no dudó en destacar a la Patagonia como la región que más lo impactó de toda América: “No hay como la Patagonia. Tenemos un país que es una locura de lindo, y lo recorrería mil veces”, expresó.
A bordo de su Royal Enfield, y acompañado de su cámara y sus cuadernos, Rosón narró su viaje uniendo paisajes, historias, temperaturas extremas y desafíos personales, hasta alcanzar el tan esperado cartel de entrada a Alaska. “Cuando lo vi, me largué a llorar como un nene. Es un momento que me voy a guardar para siempre”, relató.
La ciudad más austral del mundo no fue solo el inicio de una ruta continental, sino la inspiración para reconectar con su vocación fotográfica, forjada en su infancia junto a su padre y su abuelo. A lo largo del camino, Diego volvió a mirar el mundo a través del lente y encontró en la ruta no solo paisajes, sino una forma de vida.
Hoy, desde el otro lado del océano, Rosón se prepara para una nueva aventura: partir desde el faro de Finisterre, en España, hasta el círculo polar ártico. Pero Ushuaia, la Patagonia y sus paisajes siguen siendo —en sus propias palabras— el lugar que guarda en el corazón.
“Desde Ushuaia partí hacia lo desconocido. Hoy sé que volvería una y mil veces. Porque ahí empezó todo”, concluyó.
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