Un grupo de madres y padres de sexto grado, turno tarde, de la Escuela N°7 de Río Grande manifestó su preocupación por la falta de continuidad en el dictado de clases durante los primeros tres meses del ciclo lectivo 2025. Según señalaron en una nota presentada a la institución, el docente a cargo no ha completado un mes de clases efectivo debido a reiteradas medidas de fuerza, lo que afecta directamente el nivel de preparación de los alumnos que se encuentran en su último año de la primaria.

En comunicación con Aire Libre FM, María, una de las madres voceras del grupo, explicó que la decisión de no retirar a los alumnos durante las jornadas de desobligación surgió como una forma de exigir una solución: “El jueves pasado decidimos dejar a los chicos hasta las 17:30, porque es el horario habitual de salida. Nos informaron que debíamos buscarlos a las 15:30, pero ya estamos cansados. Muchos trabajamos y no podemos estar acomodando nuestras rutinas a una hora y media de clase”.

La situación, según relataron, ha generado tensiones dentro de la comunidad educativa. “Desde la institución nos dicen que no pueden hacer nada, que es una decisión del docente. Pero no vemos que se tomen medidas para recuperar las clases perdidas”, agregó María.

Los padres advirtieron que, en estas condiciones, los estudiantes llegarán al secundario con graves deficiencias en su formación. También expresaron que se asesoraron legalmente y consideran que los directivos tienen herramientas para garantizar la continuidad pedagógica, incluso en ausencia del docente titular.

“Queremos invitar a otros padres que estén en la misma situación a que se sumen. Los niños tienen derecho a estudiar, no puede ser que en tres meses no hayan tenido ni un solo mes completo de clases”, sostuvo la madre entrevistada, y denunció que los alumnos no reciben contenidos acordes a su nivel, sino que pasan parte de la jornada realizando actividades generales o merendando.

Por último, señalaron que la dirección reconoció que no podría cubrir todas las aulas si más familias decidieran dejar a sus hijos hasta el final del horario escolar. “Eso ya no es problema de los padres, sino del Ministerio y de quienes deben garantizar el derecho a la educación”, concluyó.