
El sábado por la noche, una familia del barrio cercano a la calle Yehuín sufrió un incendio que destruyó gran parte de su vivienda. En un principio, se pensó que se había tratado de un accidente eléctrico, pero luego surgieron pruebas que revelaron una realidad mucho más dolorosa: fue provocado de manera intencional durante un robo.
El hecho fue captado por cámaras de videovigilancia que muestran a un hombre escapando con elementos robados y, de fondo, el fuego desatado. La Policía identificó al sospechoso como Juan Gabriel Palacios, de 22 años, domiciliado en calle Yehuin 339, a pocos metros del lugar del siniestro. Se realizó un allanamiento en su domicilio y, aunque no quedó detenido, fue imputado por los hechos.
En diálogo con FM Aire Libre, la propietaria de la vivienda relató entre lágrimas lo sucedido y expresó su desconcierto ante lo ocurrido: “No nos entra en la cabeza por qué no nos robó y se fue… tuvo toda la oportunidad de llevarse todo. Encima estoy medicada porque recién me traían de la salita. No sé qué pensar, es un enfermo, la verdad no sé qué pensar”, declaró.
La mujer explicó que el día del hecho habían salido brevemente a un cumpleaños familiar: “Nos fuimos como a las diez de la noche y a la una y media ya volvimos. Justo veníamos y venían los gritos, avisándonos. Nos fueron a buscar, y ahí nos enteramos de todo”.
Al regresar, se encontraron con la vivienda destruida. Las pérdidas materiales fueron totales, pero para la familia, lo más duro es el esfuerzo que había detrás de cada cosa.
“Perdí mi vida, la verdad. Nosotros empezamos como todos, queríamos arreglar la casita, hacer algo lindo para mis hijos… Ahí teníamos todo lo que íbamos comprando: muebles, la cocina, juguetes, ropa. Todo estaba ahí adentro”, contó.
Y agregó: “No tengo lujos ni nada, pero en ese galponcito que estaba atrás era una pieza donde íbamos poniendo todo mientras mi marido arreglaba la casa”.
Inicialmente, los bomberos atribuyeron el fuego a un cortocircuito, lo cual generó culpa en su marido, quien se encontraba haciendo arreglos. Sin embargo, las dudas comenzaron cuando notaron que faltaban objetos de valor, como herramientas.
“Mi marido me dice: ‘Pasame la caja de herramientas’, y no estaba. Después notamos que faltaban las soldadoras. Ahí empezamos a sospechar. A los cinco minutos, una vecina nos llamó y nos dijo: ‘Tengo una cámara donde se ve a un hombre entrando a su casa’”, explicó.
La evidencia visual mostró cómo el sospechoso ingresó, se llevó herramientas y hasta lanzó un bidón con líquido inflamable, lo que confirma que el incendio fue intencional.
“Encontraron un bidón con alcohol y cosas que no eran nuestras. Dicen que el tipo ya venía robando. Después de eso tuve que ir a hacer la denuncia, y así estoy: voy, vengo, voy, vengo”, relató.
Hoy, la familia vive en condiciones precarias
“Estoy en la casa de mi hijo, que alquila con su mujer y sus hijos. Dormimos en el piso con dos colchones. Tengo una hija repartida por otro lado, y a mí me ofrecieron un lugar, el Hotel Rawson, pero me dijeron que era por quince días. ¿Cómo quince días?”, cuestionó angustiada.
Y cerró:“Yo no quiero ropa, no me importa recuperar las cosas. Yo quiero mi casa. Lo que más me duele es ver a mis hijos sin poder empezar el colegio, con sus cosas quemadas. No nos merecíamos esto. Somos laburantes, no le pedimos nada a nadie”.
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