
La manifestación que encabezó la ATE Río Grande llegó este martes hasta la Delegación de los bloques de la Legislatura para exigir una solución inmediata a la crisis que atraviesa la obra social provincial, la OSEF. Carlos Margalot, secretario de Finanzas del gremio, advirtió que la paciencia de los afiliados “se agotó” porque el debate político lleva meses y la gente no puede esperar más por medicamentos y derivaciones médicas.
El dirigente subrayó que muchos legisladores cuentan con coberturas privadas, mientras que los estatales dependen exclusivamente de la obra social estatal, hoy colapsada. “La necesidad de los trabajadores es otra; las demoras ponen en riesgo tratamientos esenciales”, remarcó.
Además del reclamo sanitario, ATE cuestionó los proyectos que discute la Cámara para crear fondos específicos de aumentos. Margalot insistió en que cualquier iniciativa debe provenir del Poder Ejecutivo y abarcar a todos los sectores estatales por igual: “Un plan parcial dejaría afuera a cocineros, personal de limpieza, enfermeros y administrativos que también necesitan recomposición”.
El sindicalista recordó que el financiamiento de la obra social depende de los aportes salariales: “Si el salario es bajo, los ingresos de la OSEF también caen; sin un salario digno, el sistema de salud se sigue deteriorando”, explicó.
Finalmente, Margalot anunció que las protestas continuarán en distintos puntos de la provincia hasta lograr un proyecto integral que dé respuesta a la obra social y garantice mejoras para todo el personal del Estado.
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