
El Director del Servicio Penitenciario de Tierra del Fuego, Ariel Ciares, brindó detalles sobre la situación actual de los internos alojados en las distintas unidades, destacando los programas de reinserción, el tratamiento individualizado y las condiciones de alojamiento.
"Hoy no estamos viendo grandes índices de reincidencia", afirmó Ciares. Según explicó, la mayoría de los casos reincidentes "tienen que ver con delitos de baja cuantía, como robos menores", pero destacó que cada situación es abordada de forma personalizada: "La ley habla justamente del tratamiento individualizado e interdisciplinario. Entonces, cada caso es particular".
Uno de los aspectos centrales del régimen penitenciario en la provincia es el trabajo de los internos. Ciares detalló que "más de la mitad de la población penal en ambas jurisdicciones asiste a los talleres de trabajo", lo que no sólo ocupa su tiempo sino que también permite sumar recursos económicos a través del sistema de peculio. “El peculio es de aproximadamente treinta mil pesos mensuales, aunque no lo cobran todos; sobre un total de 340 internos, lo perciben 80, unos 40 por cada jurisdicción”, explicó.
En cuanto al destino de estos fondos, Ciares aclaró que "no lo pueden gastar libremente; se deposita en una cuenta a nombre del interno, y de ahí se destinan porcentajes al delito cometido, a la estadía, en caso de tener cuota alimentaria, y a un fondo de reserva que se les entrega cuando recuperan la libertad".
La educación también es un pilar dentro del sistema de tratamiento: "Tenemos sectores de educación donde se cursan niveles primarios, secundarios y terciarios, como por ejemplo la Wikam en Río Grande. Incluso, actualmente tenemos cinco internos que comenzaron la carrera de abogacía", señaló.
Respecto a los delitos que predominan en la población carcelaria, Ciares fue contundente: "Hoy aproximadamente el 50% de los internos están alojados por causas de abuso sexual. Es un número importante, pero tiene relación directa con la política criminal que se lleva adelante en la provincia". Según explicó, esto no significa necesariamente que haya mayor cantidad de esos delitos que en otros lugares, sino que "hay una decisión de perseguirlos penalmente de manera más activa".
En cuanto al régimen de alojamiento, el Director explicó que los internos pasan por un período inicial de observación de 15 días, durante el cual se determina el mejor lugar para su alojamiento según diversos factores, priorizando siempre la seguridad y la vida humana. “El jefe de interna dialoga con el interno y con la población penal para definir el alojamiento más adecuado, siempre resguardando la integridad física de cada uno”, sostuvo.
Consultado sobre posibles “privilegios” para ciertos detenidos, Ciares fue categórico: "No existe el preso VIP. Estar privado de libertad implica la privación de necesidades básicas. Obviamente, si alguien tiene una patología o una situación particular, se evalúa su alojamiento en función de garantizar condiciones dignas y seguras, pero todos están bajo la misma condición de privación de libertad".
Finalmente, destacó que se viene trabajando en mejoras edilicias gracias a la ley de emergencia en materia de seguridad sancionada por la Legislatura. "Hoy la situación general es positiva en comparación con años anteriores. Se han sumado espacios nuevos, como la gamela de deportes y el anexo cuatro en Ushuaia, donde vamos a poder alojar entre 25 y 30 internos más", concluyó.
Compartinos tu opinión