La situación financiera del Sanatorio Fueguino se torna cada vez más crítica. A las deudas acumuladas en materia de aportes, sueldos impagos y compromisos con proveedores, se suma el retraso en el pago del aguinaldo correspondiente a diciembre de 2024 y la falta de definiciones respecto del sueldo de junio y el medio aguinaldo de este mes.

Durante una nueva audiencia realizada esta semana, no se lograron avances sustanciales en la resolución del conflicto que atraviesa el establecimiento de salud. El único punto acordado fue la devolución del descuento aplicado por un día de paro, jornada que coincidió con el paro general provincial en rechazo a la quita de aranceles para la industria fueguina.

Lo particular del caso es que aquel paro tuvo fuerte respaldo gremial y social, impulsado principalmente por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), y que contó con la adhesión de numerosos sectores, incluyendo al gremio de la sanidad ATSA. El descuento realizado en la liquidación generó profundo malestar entre los trabajadores del sanatorio y fue uno de los pocos puntos resueltos en el encuentro paritario.

Por parte de ATSA, se presentó una propuesta concreta para intentar encontrar una vía de solución, la cual será analizada por la patronal antes del próximo encuentro, que se realizará el lunes 23 de junio a las 14 horas. Sin embargo, desde el gremio advierten que la deuda de la empresa es extensa y abarca salarios, cargas sociales, aportes previsionales y pagos a proveedores, lo que hace incierto el futuro tanto del establecimiento como de las fuentes laborales.

El panorama para los trabajadores y trabajadoras del Sanatorio Fueguino es sombrío. No sólo se les adeuda parte de sus ingresos correspondientes al mes de mayo, sino que además persiste la incertidumbre respecto del cobro del sueldo de junio y del aguinaldo que debería haberse abonado este mes. La falta de respuestas concretas genera tensión y preocupación entre el personal, que continúa trabajando en condiciones precarias.

Por el momento, el proceso continúa en compás de espera. La convocatoria a cuarto intermedio muestra que las partes aún no logran consensuar una salida viable, mientras el personal de salud insiste en que se regularicen los pagos y se garantice la continuidad del sanatorio, que cumple una función clave en el sistema sanitario local.