
Durante una audiencia ante el Senado de Estados Unidos, Peter Lamelas, propuesto por Donald Trump como embajador en Argentina, ratificó que Washington no se inclina por ninguna de las partes en el histórico conflicto por las Islas Malvinas. Al ser consultado por legisladores de la Comisión de Asuntos Exteriores, sostuvo que Estados Unidos mantiene una “posición neutral” y no reconoce la soberanía ni de Argentina ni del Reino Unido sobre el archipiélago.
La exposición del candidato tuvo lugar el martes 22 de julio y se enmarcó en una jornada donde también comparecieron otros aspirantes a cargos diplomáticos en países estratégicos como Polonia y Bélgica. En ese contexto, el foco de varias preguntas giró en torno a la creciente influencia de China en América Latina, asunto que genera preocupación tanto en filas republicanas como demócratas.
Uno de los temas más delicados que emergió durante la sesión fue la relación de Buenos Aires con Beijing en materia de defensa. El senador republicano Pete Ricketts hizo hincapié en que Argentina ha explorado alternativas militares con China debido a las restricciones impuestas por el Reino Unido a la compra de equipamiento con componentes británicos, situación que también afecta a la industria estadounidense. Este punto fue clave en la comparación entre la adquisición de aviones F-16 y la opción chino-pakistaní JF-17 Thunder.
En su intervención, Lamelas aseguró que Washington respeta la administración británica actual de las islas, pero insistió en la necesidad de que ambas partes mantengan canales de diálogo abiertos. “Valoramos el diálogo continuo y estamos dispuestos a facilitarlo si es necesario”, expresó. Además, remarcó que Estados Unidos está “encantado de cooperar” con la administración británica de las islas.
El diplomático también se refirió al avance del Partido Comunista Chino en la región, asegurando que buscará mecanismos para fortalecer la relación bilateral con Argentina en el área de defensa, aunque no brindó detalles específicos sobre posibles acuerdos o suministros.
Así, el candidato de Trump dejó en claro que, aunque reconoce la autoridad administrativa británica, su país no tomará partido en el reclamo de soberanía por Malvinas, alineándose con la postura tradicional de neutralidad que Washington mantiene desde hace décadas, pese a sus vínculos históricos con Londres.
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