
En un intento por retomar la iniciativa política luego de una jornada adversa en el Congreso, el presidente Javier Milei emitió este viernes por la noche una cadena nacional. El mensaje, grabado previamente, llegó horas después de que el oficialismo sufriera doce derrotas consecutivas en la Cámara de Diputados, incluyendo la aprobación de leyes que aumentan el financiamiento a las universidades nacionales y al Hospital Garrahan.
Flanqueado por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, Milei recurrió a un tono desafiante: “Me van a tener que sacar con los pies para adelante”, expresó, buscando transmitir estabilidad a la población. Sin embargo, sus declaraciones dejaron entrever que el Gobierno anticipa complicaciones económicas y políticas en los próximos meses.
El único anuncio concreto fue la presentación de un proyecto de ley para sancionar penalmente a los diputados que aprueben medidas que generen déficit fiscal. La propuesta, inspirada en la “ley de déficit cero” impulsada por Domingo Cavallo en 2001, se suma a su compromiso de firmar un decreto para prohibir que el Tesoro financie el gasto primario con emisión monetaria.
Milei acusó a los legisladores opositores de “demagogos” por avalar incrementos para jubilados y personas con discapacidad, aunque evitó referirse al impacto de sus propias decisiones, como la quita de retenciones al agro o el aumento de las tasas de interés, que presionan sobre el gasto público y la base monetaria.
El trasfondo político no es menor: la Casa Rosada enfrenta un nuevo frente opositor integrado por gobernadores que antes eran aliados, además de la pérdida de control del Congreso. A esto se suma la tensión interna por el distanciamiento con la vicepresidenta Victoria Villarruel, lo que debilita su posición en el Senado.
En paralelo, crecen las especulaciones sobre el futuro de Caputo en el Ministerio de Economía. Aunque recibió elogios públicos de Milei, en el oficialismo ya se menciona como posible reemplazante al secretario de Finanzas, Pablo Quirno, descartando por ahora a Federico Sturzenegger, histórico rival del actual ministro.
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