El juicio oral y público que investiga la muerte de un recién nacido ocurrida en 2015 en la clínica CEMEP continuó este miércoles en los tribunales de Río Grande, donde los médicos imputados Rodolfo Guido Pérez (obstetra) y Valeria Pastori (ginecóloga) enfrentan cargos por presunta mala praxis. El proceso mantiene una fuerte expectativa pública debido a la gravedad del caso y al tiempo transcurrido desde los hechos.
Durante la jornada, se retomó la audiencia tras un cuarto intermedio, en una instancia marcada por nuevos testimonios claves. El tribunal escuchó primero la declaración de la ginecóloga obstetra Silvia Smith, perito de parte convocada por la defensa, encabezada por el abogado Francisco Ibarra. Smith expuso durante unos 40 minutos su análisis del caso, basado en la historia clínica y en los procedimientos realizados durante el trabajo de parto. Según explicó, la causa del fallecimiento del bebé habría sido una vasculopatía trombótica, una condición imposible de prever y que puede producirse en cualquier momento de la gestación, afectando incluso al cordón umbilical y generando un desenlace inesperado y fatal.
La profesional señaló que este tipo de cuadros no puede detectarse con anticipación, ni siquiera mediante controles previos o instancias cercanas al parto, y remarcó que múltiples factores pueden desencadenar una trombosis sin que exista responsabilidad médica.
En el recinto estuvieron presentes representantes de todas las partes: la defensa, la querella, la fiscalía y los abogados de la aseguradora, quienes formularon preguntas a la especialista.
Luego de su testimonio, estaba previsto que declare la doctora Inés Aparici, quien realizó los estudios post mortem del recién nacido. Su exposición es considerada clave, dado que no pertenece a ninguna de las partes del litigio y su pericia resulta central para determinar las causas del fallecimiento.
Antes de ingresar nuevamente a sala, la fiscal del caso señaló que las declaraciones escuchadas hasta el momento fueron claras, aunque evitó anticipar conclusiones. Confirmó además que la jornada concluiría con la participación de Aparici y de dos anatopatólogos, mientras que para este jueves están previstas las declaraciones de los especialistas que participaron de la pericia de la Corte Suprema.
La fiscal también remarcó la complejidad del proceso, tanto por el contenido técnico como por el impacto del caso. Destacó además la importancia de los testimonios de profesionales con larga trayectoria, cuyo aporte científico será determinante para evaluar el accionar médico durante el trabajo de parto ocurrido el 16 de noviembre de 2015, cuando Carolina Miranda y su esposo Ariel Murgia llegaron a la clínica para el nacimiento de su hijo, que finalmente nació sin vida.
El juicio continuará este jueves con nuevas testimoniales consideradas decisivas para el avance del proceso.
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