En una sesión marcada por un clima áspero y una fuerte presencia de organizaciones ambientalistas, la Legislatura provincial llevó adelante su cuarta sesión ordinaria del año y terminó sancionando una modificación clave a la Ley Provincial 1355, norma que hasta ahora prohibía la cría industrial de salmones en aguas fueguinas.
El tratamiento del proyecto no estuvo exento de controversias desde el inicio. Legisladores de distintos bloques cuestionaron el dictamen que habilitó el debate en el recinto, señalando presuntas irregularidades vinculadas al reglamento interno. Incluso se planteó formalmente que la iniciativa regresara a comisión para una revisión más profunda, aunque esa moción fue rechazada por mayoría.
Tras un cuarto intermedio y un intercambio intenso de posiciones, el cuerpo avanzó finalmente con la votación. La reforma fue aprobada por una diferencia mínima: ocho votos a favor y siete en contra, reflejando un escenario de paridad extrema dentro del Parlamento.
Entre quienes acompañaron la modificación se encuentran Juan Carlos Pino y Virgilio García, del Partido Justicialista; Federico Greve y Myriam Martínez, del bloque FORJA; Luciano Selzer y Natalia Gracianía, de La Libertad Avanza; Gisela Dos Santos, representante de Sumemos Tolhuin; y Matías Lapadula, del espacio Provincia Grande.
El resultado dejó expuesta una profunda división política e institucional, que se proyectó también hacia la sociedad. Amplios sectores de la opinión pública manifestaron su rechazo a la reforma, reforzando la percepción de que el debate por la actividad salmonera continúa abierto y lejos de saldarse en la provincia.
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