
El sueño de Fabi y Jaime, una pareja mexicana que desde hace más de tres años y medio recorre América Latina en su casa rodante, quedó frustrado a solo 500 kilómetros de Ushuaia. Mientras se encontraban en Porvenir, Chile, su vehículo fue incautado por funcionarios de la aduana chilena bajo el argumento de que vendían café artesanal sin cumplir con las normativas nacionales, pese a contar con permisos municipales.
El hecho ocurrió el pasado 25 de abril, cuando agentes policiales y de aduanas interceptaron la combi mientras la pareja visitaba un museo. Aunque poseían autorización municipal para comercializar café de manera itinerante, la aduana consideró que transportar kilo y medio de café —adquirido legalmente en Chile y destinado a preparar infusiones para otros viajeros— constituía una infracción.
Lejos de aplicar una advertencia o una multa menor, las autoridades procedieron a la incautación del vehículo, decisión que paralizó el proyecto de vida y trabajo de los viajeros.
"Nos sentimos muy frustrados. Venimos haciendo todo bien, con respeto y con permisos, y de repente pasó esto", expresaron Fabi y Jaime, quienes además viajan con su perrita.
La comunidad de Porvenir reaccionó con solidaridad. El municipio les brindó alojamiento en un albergue deportivo y numerosos vecinos se acercaron a ofrecer apoyo. La historia se viralizó rápidamente en redes sociales, generando miles de mensajes de aliento y críticas hacia la rigidez de la aduana.
El caso puso en evidencia la falta de coordinación entre las autoridades locales, que promueven este tipo de emprendimientos, y el criterio estricto de los organismos nacionales. Mientras tanto, la pareja espera una resolución que les permita retomar su viaje hacia su destino soñado: Ushuaia, el fin del mundo.
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